Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 31 de marzo de 2015

EL REGRESO SE HACE DURO Y DIFÍCIL



La vuelta atrás es dura, y cuesta mucho. Diría que todos no pueden volver, que no significa que no puedan hacerlo, porque todos contamos con la Gracia de Dios para poder. Dios quiere a sus hijos, y a todos les da lo necesario para regresar a casa. En la parábola del hijo prodigo, Jesús nos lo deja bien claro.

Otra cosa que la libertad tiene su precio, y la lucha por doblegarla a nuestras propias pasiones y pecados no nos resulta siempre fácil y posible. Cuando decimos que somos esclavos, no lo decimos por decirlo, ni por rellenar la frase. Lo decimos porque estamos encadenados a los apegos y pasiones de nuestro cuerpo. 

Pero lo peor, no es que nos ocurra esto, sino que creamos que podemos salir por nuestros propios pies, y descartemos pedir ayuda. Sobre todo al Señor. Quizás eso fue lo ocurrido con Judas, a diferencia de Pedro. Uno contó solo con sus fuerzas, y el otro, Pedro, lloró su pecado y se confío a la Gracia del Señor.

Cuesta levantarse, humillarse y reconocerse pecador. Cuesta pedir perdón y vomitar toda esa soberbia y orgullo que pudre nuestra alma y endurece nuestro corazón entregándolo al Señor, para que con su Gracia, lo purifique. ¡Cuesta!, ¡claro que cuesta!, pero esa es la prueba de nuestra fe y la esperanza de nuestro amor. Porque Jesús, siendo el Señor, ser rebajó, dejando su condición Divina, para, igualándose con nosotros, morir por nuestros pecados.

Eso, Señor, justifica todos mis esfuerzos, y los deja pagados por tu Amor. Dame, Dios mío, la Gracia de, como Pedro, ser capaz de aguantar tu mirada y, esperanzado, confiarme a Ella para poder llorar mis pecados. Y nunca dejar de acogerme a tu perdón por horribles y miserables que sean mis pecados.

lunes, 30 de marzo de 2015

LA FE NOS VIENE DE DIOS



Muchos somos los que quisiéramos tener fe. La gente acude a las celebraciones litúrgicas, y muchos que quizás no se deciden a ir, o les vence su propia pereza u otras apetencias, en lo más profundo de sus corazones experimentas ese deseo de asistir. Jesús atrae. Ocurrió cuando estuvo en la tierra, y ocurre ahora también cuando su presencia espiritual habita entre nosotros.

Sin embargo, nuestra fe se hace presente en nuestro corazón cuando descubrimos que nos viene de Dios. No somos nosotros capaces de creer, sino, simplemente de intuir y razonar la Mano de Dios en la creación del mundo y de todo lo que lo habita, principalmente el hombre. Pero es la venida de su Hijo Jesús la razón poderosa de su revelación. Jesús nos enseña y descubre el Amor de nuestro Padre Dios.

Jesús nos revela que Dios es nuestro Padre, y nos manifiesta su presencia, libre y voluntaria, por amor del Padre, para nuestra salvación. En Él está la mediación para salvarnos, y por Él somos invitados a creer. Nos da su Palabra, y también sus obras. Muchos creyeron en Jesús al ver a Lázaro resucitado, pero también por todos los milagros y resurrecciones que Jesús hizo a lo largo de su vida humana entre nosotros.

Su testimonio de vida haciendo el bien por donde pasaba y atendiendo, acogiendo, curando, escuchando, comprendiendo, perdonando...etc., nos revela el Amor del Padre. En Él, con Él y por Él recibimos la fe si somos capaces de abrirle nuestros corazones. Un don de Dios que nos lo envía en su Hijo predilecto, y que por la Gracia del Bautismo entra en nosotros.

Un don de Dios que pedimos humildemente y que imploramos pacientemente poniéndonos a sus pies. Danos, Señor, la fe de creer firmemente en Ti, no sólo de palabra, sino también entregando nuestra vida al servicio de los demás. Amén.

domingo, 29 de marzo de 2015

¿CUÁL ES EL SENTIDO DE MI ACLAMACIÓN?



¿Aclamo al Señor porque lo descubro desde mi corazón, o me dejo llevar por las voces que me dirigen y me dicen lo que debo hacer en cada momento? ¿Soy una marioneta o esclavo en manos de aquello sumos sacerdotes, fariseos y escribas, hoy modernos dirigentes que los suplantan para hacer el mismo papel?

Son preguntas que me invitan a la reflexión, antes de levantar mi ramo impulsado como si de un acto inconsciente se tratara. Porque, puede ocurrir que hoy lo aclamo, pero mañana no, y soy indiferente a su Palabra. Por eso, experimento que Jesús es el Mesías, enviado por Dios, para proclamar su Palabra de salvación. Y creo firmemente en Él.

Líbrame Señor de sentirme eufórico dentro de la procesión y actuar por el que dirán y por la emoción. Transforma mi corazón para que mis palabras y mis actos sean consecuencia del esfuerzo de vivir en tu Palabra. Hazme prudente, comedido y solidario con mi sentir y vivir, para que la consecuencia de seguirte sea aceptar ser el último y el servidor de todos.

Porque si es así experimentaré estar entre los que te aclaman de verdad, y no por contagio o emociones. Esa es mi actitud e intención, que pongo en tus Manos, Señor, para que, por tu Gracia, sea el motor y la fuerza que me impulse cada día a vivir en tu Palabra y Voluntad.

sábado, 28 de marzo de 2015

HOY TAMBIÉN LE MATAMOS DESECHÁNDOLO DE NUESTRAS VIDAS



Hoy no le inferimos una muerte cruenta, pero, en cierto modo, le herimos y le matamos cuando le rechazamos con indiferencia, alejándonos de su presencia con nuestras infidelidades y con nuestros pecados. No nos importa Jesús, ni sus Palabras, ni tampoco sus promesas. 

La experiencia nos descubre muchas respuestas que dicen: no me interesa eso, cuando le hablas de la Palabra de Dios. Andamos ciegos buscando en el mundo lo que en él nunca encontraremos. Porque el hombre busca la felicidad y la eternidad, y, por mucho que busque y se afane, nunca las encontrará en el mundo.

Lo que el mundo te puede ofrecer es caduco y vacío. No te llenará plenamente. Incluso la verdadera felicidad siempre te hará sentir insatisfecho, porque el mundo es un camino hacia la plenitud. Estaremos siempre inquietos hasta descansar en la única y verdadera Fuente de Felicidad y Eternidad que está en la Casa del Padre.

Eso que todos buscamos nos lo ofrece Jesús. Sus signos son pruebas que nos adelantan el tesoro que todos buscamos. Lázaro fue resucitado, pero una resurrección que sirvió de signo para que los testigos creyeran, pero tendría que morir a su hora. Más, cuando venga el Señor de nuevo, en su segunda venida, todos resucitaremos para no morir nunca. 

Te pedimos, Señor, que nuestra fe en Ti no descanse, y que se mantenga siempre fiel a tu Palabra, de vida y obra, para que cuando decidas venir por segunda vez, nuestros cuerpos sean levantados para gozar junto a Ti la Gloria que nos has prometido junto al Padre, para toda la eternidad.

viernes, 27 de marzo de 2015

TUS OBRAS TE DESCUBREN HIJO DEL PADRE

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS 




Tú, Señor, has entregado tu vida por los hombres. ¿Y qué hemos hecho los hombres para merecer tan alto precio? Simplemente nada. Te hemos recibido con indiferencia y exigiéndote pruebas para demostrar tu Divinidad. El hombre, la criatura, exigiendo pruebas al Creador. Diríamos que el mundo al revés.

¿Y encima nos atrevemos a coger piedras para apedrearte? ¡Es inaudito! ¡Cuánto amor hay en tu Corazón, Señor, para amarnos tanto, hasta humillarte y pasar como uno de nosotros sin hacer ruido ni alardes de tu condición Divina! Y todavía seguimos empeñados en perseguirte. Y lo hacemos cuando explotamos, condenamos, juzgamos, despreciamos, minusvaloramos, sometemos o no servimos a tus otros hijos. Porque todos somos hijos tuyos.

Por eso, Tú, Padre, nos has hecho hermanos y coherederos con tu Hijos Jesús, de tu Gloria. Y encima te exigimos pruebas. ¿Es qué hay más prueba de amor que la de dar tu Vida por cada uno de nosotros sin pedir nada a cambio, sino para salvarnos? ¿Es qué hay más prueba de amor que morir en una muerte de Cruz para ofrecerte gratuitamente la salvación eterna? 

¿Es qué encima te exijo más prueba? Tú, Señor, que todo lo profetizado se ha cumplido en Ti hasta culminar en la Resurrección, no me tenga en cuenta mis rechazos y protestas, porque soy un pobre pecador. Ablanda mi corazón de piedra y conviértelo en un corazón de carne, capaz de amarte y de servirte en los hermanos.

Acepta, Señor, mi débil fe, y cuéntame entre tus seguidores, y vierte en mi pobre corazón la Gracia de tu Amor para que, transformado por Él, viva según tu Voluntad y tu Palabra. Amén.

jueves, 26 de marzo de 2015

RESIGNADOS A MORIR



Parece mentira, pero es la pura realidad. Hay mucha gente que se resigna a morir. Hay mucha gente que no quieren sufrir. Y no hablamos de eso como si de buscar sufrir se tratara, sino del sufrimiento que la propia vida nos puede deparar. Ese accidente ocurrido ayer en el Airbus germanwings de Barcelona a Dusseldorf lo expresa claramente.

No sabemos el año, ni el día, ni la hora. Ni incluso el cómo o dónde. El dolor y sufrimiento nos viene de repente, y hay que aceptarlo. No queda más remedio. Pero dependerá de cómo lo aceptes para que tu vida continúe con esperanza y sentido. A eso me refiero. Porque de no hacerlo así, terminarás desquiciado, amargado y condenado a morir.

Hay mucha gente desquiciada, amargada y viviendo a toda velocidad. Preocupada por las cosas de este mundo porque no salen como ellas quieren. Mira, las cosas son como son, y aunque algunas puedes evitar y cambiar con tu trabajo, otras no podrás, porque no dependen de ti, o porque, simplemente, tú no puedes cambiarla. Y, lo mejor, es aceptarlas y ponerle mucho amor.

Ese es el sufrimiento que hay que aceptar y encajar. Encajar bien en nuestro corazón, para bien digerido convertirlo en buenos frutos que hagan la vida más llevadera y en paz a los demás. No te empeñes en arreglar la vida a tu manera, sino vivirla según la Voluntad de Dios, y descubrirás que así tiene sentido y todo se ve de otra manera.

Nuestros sentimientos, que no podemos evitar, pero si dominar, nos ponen a prueba cada momento. Sentimientos de todo tipo que tientan nuestra responsabilidad, nuestra justicia y nuestra paz. Sentimientos que muchas veces nos hacen sufrir, y que hay que saber dirigirlos y encarrilarlos por el camino de la responsabilidad y el compromiso.

Las cosas y los acontecimientos están para que sepamos aceptarlos, pero con la esperanza que de ello dependerá nuestra salvación, porque de aceptarlo como nos enseña y propone Jesús, nuestra vida no terminará, sino que será para siempre. Y Jesús tiene autoridad para decirlo, porque en Él se ha cumplido-

Te pedimos, Señor, la sabiduría de creer en tus Palabras, y de esperar, confiados en tu promesa, que nuestras vidas permanezcan en Ti y alcancen la salvación eterna. Amén.

miércoles, 25 de marzo de 2015

´QUISIÉRAMOS RESPONDER COMO MARÍA Y JOSÉ



No es fácil responder como lo hicieron María y José. Porque eso, en primer lugar, exige una fe activa, que no se queda en el pensamiento, sino que pasa a la acción. María abre su corazón a la acción del Espíritu Santo porque esa es la Voluntad de Dios. Y José, asume dócilmente el embarazo de María a la insinuación que le hace el Ángel.

Están abiertos y atento a la acción del Señor. Esa actitud, tanto de María como de José, nos cuestiona y nos descubre nuestra propia actitud. ¿Tengo yo en el centro de mi vida la escucha atenta a la Palabra de Dios? ¿Y organizo mi vida en función de lo que Dios me indique? ¿Me esfuerzo en esa dirección?

Se hace difícil y cuesta arriba mantener esa perseverancia y esa actitud de disponibilidad. Pero, no por eso debemos desistir, sino siempre esperanzados y confiados en la Gracia del Señor, que nos dará la fuerza y constancia para perseverar en su Palabra. El camino es duro, se nos resiste a la renuncia, y nos ofrece comodidades y confort. Y nos cuesta complicarnos la vida. El amor exige mucho compromiso.

¡Señor, conscientes de que la labor es dura, te pedimos la Gracia de mantenernos firmes en tu Palabra, y fieles a tu Voluntad. Una vez más sabemos que la labor es imposible si vamos solos. Sin Ti nada podemos hacer, y ese es nuestro objetivo, mantenernos injertado en Ti, para que bebiendo de tu Sangre y comiendo tu Cuerpo, seamos alimentado en tu Espíritu y podamos llegar a vivir en tu Palabra y Voluntad. Amén.

martes, 24 de marzo de 2015

NECESITO UN PADRE QUE ME QUIERA Y PERDONE



Está escrito en mi corazón y así lo experimento y lo descubro. Necesito un Padre que me quiera como Padre. Un Padre bueno, que me acoja y me llene de cariño y besos. Un Padre que me proteja y me perdone todas mis faltas, porque tendré muchas faltas.

Los hijos les fallamos a los padres. Precisamente, por eso somos hijos. Necesitamos la guía y la mano de un padre. Un padre bueno que nos enseñe a caminar por la vida, y que nos dirija y nos marque un objetivo bueno. Todos buscamos ese padre.

Y Jesús, el Hijo de Dios, enviado al mundo, nos lo viene a mostrar. Él nos revela que ha sido enviado a mostrarnos el Amor que su Padre nos tiene a cada uno de nosotros. Nos descubre un Padre, no implacable como lo identifican los fariseos, sino un Padre amoroso y bondadoso y lleno de Misericordia. Un Padre que nos quiere y nos perdona.

Gracias Señor Jesús por esta buena noticia. Una noticia que llena nuestra vida de esperanza y de consuelo. Una noticia que alimenta nuestra fe y nos da fuerza para caminar por nuestras vidas abandonados en tu Perdón y Misericordia. Porque experimentamos nuestras debilidades y nuestras miserias; nos descubrimos impotentes, soberbios, envidiosos y limitados, y somos conscientes de nuestros pecados.

Por eso, Padre del Cielo, gracias por Jesús, el Hijo amado, que nos enseña y descubre tu Amor, Perdón y Misericordia, y llena nuestro corazón de paz y esperanza para continuar la marcha por nuestras vidas agarrados y confiados en tu Amor. Amén.

lunes, 23 de marzo de 2015

ES FÁCIL VER LOS PECADOS DE OTRO



No resulta difícil ver los fallos y errores de otro, e incluso sus debilidades y pecados. Ni tampoco nos es muy difícil juzgarlos y hasta condenarlos. Cuando no me atañe a mí, las cosas de los otros no me resultan difícil juzgarlas y condenarlas.

Sin embargo, con un simple acto de lugar, todo puede cambiar. Simplemente, poniéndonos en su lugar vemos las cosas de otra manera, y hasta las llegamos a comprender. No hay mejor remedio que experimentar tus propios pecados. Porque todos somos pecadores. Ese es el primer punto de partida.

Así ocurrió con aquella mujer sorprendida en adulterio. Queriéndola condenar todos aquellos, quedaron sorprendidos ante el reto de mirarse ellos también. Y resultó que nadie se atrevió a levantar la mano contra aquella mujer, porque se vieron retratado como pecadores y posibles condenados, también por ellos mismos. Así que, en silencio, se fueron retirando uno a uno, empezando, dicen, por los más viejos. Es decir, por los que precisamente tendrían más pecados.

¡Señor!, danos la sabiduría y humildad de reconocernos pecadores, y de no atrevernos a juzgar a nadie. Porque un pecador no es digno de juzgar a otro pecador. Sólo Tú, Señor, que eres infinitamente Bueno y Misericordioso, sin mancha de pecado alguno, eres digno de juzgar nuestras vidas.

Y, a Ti, como ocurrió con la mujer adultera, te pedimos clemencia y perdón por todos nuestros pecados. Amén.

domingo, 22 de marzo de 2015

MORIR PARA VIVIR



Parece una contradicción. Y no sólo lo parece, sino que en la normalidad de la vida se nos hace difícil descubrir que para alcanzar la vida se hace necesario morir. Morir al egoísmo de vivir encerrado en mí mismo dando satisfacción a mis apetencias, gustos e intereses.

Morir al esfuerzo de cosechar los frutos de mi vida en mi propio interés, y revertir ese esfuerzo en ofrecerlo para el bien de los demás. Morir para vivir entregando los frutos de mi cosecha al bien común. En este sentido, la muerte significa la Vida, porque si no hay muerte que origine frutos de vida, se perderá la verdadera vida.

Danos Señor, te lo pedimos con toda la fuerza de nuestro corazón, la sabiduría de, no sólo conocer el sentido de nuestro paso por esta corta vida, sino la fuerza de llevarla a nuestra vivencia de cada día, para que, empleándola, cultivemos los frutos que dan verdadera vida. Esos frutos de entrega, de generosidad, de disponibilidad, de compartir, de comprensión, de escucha atenta, de mansedumbre, de bondad, de caridad y de amor.

Enciende en nosotros, Señor, la Luz que nos alumbre el camino de, entender y trabajar, porque las palabras se escuchan cuando las obras nacen de ellas en la realidad de la vida. No dejes que nuestra vida se parta en dos, la palabra y las obras, porque de ser así estamos falseando y mintiendo.

Por eso, Señor, conscientes de nuestras debilidades y pecados, acudimos a Ti para que con Tu Gracia nos llenes de tu Fuerza y de tu Amor. Amén.

sábado, 21 de marzo de 2015

¡LIMPIA MI CORAZÓ DE DUDAS, SEÑOR!



Somos pecadores y nuestro corazón está manchado y herido. El pecado nos hace daño y confunde nuestro corazón. Nos empuja a poner en duda nuestra fe en el Señor y a desconfiar de su Palabra.

A pesar de los Hechos y Palabras de Jesús no estamos del todo convencido, porque nuestra naturaleza, débil, frágil y pecadora, nos lo impide. Y es que abrirnos y darnos a los demás sin condiciones, los que nos dice y propone Jesús con sus Palabras y ejemplos, nos cuesta y nos exige renuncias y sacrificios.

Nuestro egoísmo herido nos arrastra al pecado, y del pecado saltamos a la duda y al rechazo. ¡Señor!, enciende la llama de tu Espíritu en nuestros corazones, y aumenta y fortalece nuestra fe. Una fe firme, decidida, segura, dispuesta y sin condiciones. Una fe confiada en tu Palabra y abandonada a la acción de tu Espíritu, que busca siempre lo mejor para nuestra salvación.


viernes, 20 de marzo de 2015

¿ME OCURRE A MÍ LO MISMO HOY?



HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Igual pensamos que eso ocurrió allá cuando, pero que hoy no ocurre. Tendríamos que decir que, caso que no ocurriera, se debería a que fue Jesús la primera voz que defendió la igualdad y libertad del hombre, y que hoy el hombre tiene hoy unos derechos porque Jesús los enseñó, defendió y proclamó.

Pero desafortunadamente ocurre. Ocurre porque el hombre se ha entregado al pecado, y, a pesar de su naturaleza caída, no ha luchado, asistido por el Espíritu Santo, confiando en su poder. Se ha sometido al poder de las tinieblas y se ha dejado llevar por ella. Por eso, desconoce la voz del Señor y no la escucha.

Y es más, lucha para borrarla del mundo y alejarlo de la salvación, que trae Jesús, el Hijo de Dios hecho Hombre. Por eso le buscan para matarlo, y Jesús ante tal amenaza trata de pasar inadvertido, pero llegado el momento proclama el Mensaje de salvación, pues ha sido enviado para eso.

Danos, Señor, la sabiduría y la paciencia para escucharte y superar todas las dificultades y temores que nos acechan. No permitas que el mundo nos desvíe y nos silencie tu Palabra, y que te rechacemos alegando conocerte y saber de dónde vienes. Danos, Señor, la humildad y la fortaleza de perseverar, a pesar de las dudas y tropiezos que el mundo nos pone para que no te sigamos.

Quizás no notamos tu presencia; quizás observamos que el mundo se desmorona; quizás experimentamos fracasos e incapacidad de enderezar el camino; quizás notamos desfallecer y que nuestra esperanza se disipa, pero, a pesar de todo, Tú, Señor estás ahí. Sostén nuestra fe.


jueves, 19 de marzo de 2015

CAMBIAME, SEÑOR, EL RUMBO DE MI VIDA



Posiblemente nos pensamos libres, y nos creemos dueños de hacer nuestra voluntad. Y no percibimos, cada día, las enormes cadenas con las que vivimos y a las que estamos sometidos. 

En un instante nos vemos dominados por la soberbia, por la incomprensión, por nuestras ideas y lo que nosotros pensamos. Son nuestros derechos y nuestra manera de ver e interpretar los hechos de los demás lo que prevalece y alrededor de los que debe girar el mundo. Y se nos viene abajo en un momento.

De repente nos vemos en una situación incomprensible, irrazonable e inexplicable. Así me encuentro ahora. No se comprende sino de la poca cosa que somos, del pecado que habita en nosotros y la falta de humildad de la que carecemos. Sólo en Ti, Señor, podemos encontrar refugio, comprensión, perdón y consuelo. Pero también propósitos de enmienda y de convertir nuestra situación.

Supongo que san José pasó por estas experiencias. Experiencias que se repinten una y otra vez en nuestras vidas. Es la lucha de cada día, doblegar nuestra humanidad soberbia donde reside el pecado, y entregártela, Señor. Porque todo se derrumba en mi interior y experimento lo débil y frágil que soy y la miseria que habita dentro de mí. ¿A quién puedo dar ejemplo y convertir? 

Gracias Señor porque estas experiencias, a pesar de lo sangrantes que son, nos sirven para purificarnos, para darnos cuenta de nuestra pequeñez, de nuestras miserias, debilidades y fragilidad. Nos sirven si somos capaces de comprender que sólo Tú eres santo y sólo contigo podemos vencer nuestra soberbia y pecados.

¡Señor!, estas experiencias no están previstas en nuestras vidas. Pienso que a san José le ocurrió igual. Tenemos nuestros planes y, en unos segundos, toda cambia y se vuelve al revés. Y nos quedamos sorprendidos, atormentados, molestos. ¿Qué hacer?

Líbranos, Señor, de nuestra soberbia. Danos paz y paciencia. Purifica nuestro corazón y despójanos de nuestras propias ideas y prejuicios. Aléjanos de nuestros respetos humanos, de nuestra soberbia y llénanos de humildad. Humildad para decir, amén, hágase tu Voluntad.

miércoles, 18 de marzo de 2015

EN LA HORA DE LA TRIBULACIÓN CUESTA MANTER TU CONFIANZA, SEÑOR



Hay momentos difíciles y que todo se vuelve negro. No se ve camino ni tampoco esperanza. Todas las teorías y consejos se vienen abajo y nada parece importar o tener valor. Sólo nos queda la fe, y yo, en esos momentos donde todo parece perdido, recurro a Ti, Señor y me abandono en tus brazos. Porque sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

Escucho tus Palabras, Señor, y creo lo que me dices. Tú eres el Hijo de Dios Vivo: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace Él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que Él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. 

Creo, Señor, en quién te ha enviado, porque, por su Amor, has entregado libremente tu Vida  en la Cruz para salvarnos. Y a pesar de nuestra pobreza, de nuestras dudas y pecados, Tú me esperas y das tu Vida por la salvación de todos los hombres. No se entiende tanto Amor ni tanta Misericordia.

Te doy gracias, Señor, por esta hermosa oportunidad de salvación, y te pido sabiduría y fortaleza para perseverar confiado y abierto a tu Amor.


martes, 17 de marzo de 2015

SIN LUGAR A DUDA, ES FALTA DE FE



Tendremos que agachar la cabeza y confesar y aceptar que nos falta fe. Sí, Señor, es falta de fe, porque si tuviéramos la fe de un grano de mostaza, como Tú nos has dicho, nuestra fe movería montañas. 

Por eso nos cuesta creer en tu Palabra, Señor, y verte en el hermano. Por eso nos resistimos al perdón, porque no nos terminamos de creernos que Tú estás en aquel que nos ha ofendido y al tenemos que perdonar, porque Tú, que te hemos ofendido, nos perdona. Y es más, has dado tu Vida por cada uno de nosotros.

No aceptamos nuestra debilidad y no nos abrimos a la acción del Espíritu. Nos falta humildad. Esa humildad que reflejó María, tu Madre, Señor, cuando se puso a disposición de la Voluntad del Padre: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí tu Palabra".

Y también nos falta esperanza y mucha fe. En la imagen podemos pensar que ocurre con los demás. Porque, Tú, Señor, sólo te diriges a uno que sabes que lleva allí treinta y ocho años, ¿y los demás? Porque yo puedo estar entre los demás. Dame Señor esa fe y esperanza de saber que a mí también me atiendes, sólo que necesito la paciencia de tu Amor.

Por eso, Señor, te pedimos que transformes nuestro corazón endurecido e incrédulo, en un corazón de carne, suave y abierto a tu Amor, y confiado a tu Palabra. Aumenta nuestra fe, Señor, y llénanos de esperanza para aguardar pacientemente tu llegada como hizo aquel paralitico de la piscina de Betesda.

lunes, 16 de marzo de 2015

¡AUMENTANOS LA FE, SEÑOR!



Pensamos que tenemos fe, pero a la hora de sufrir algunas pruebas nuestra fe se tambalea. Ocurre que cuando alguien no actúa como pensamos, o algo no sale como queremos, nuestra fe se debilita y desesperamos. Perdemos la confianza, no sólo en los demás sino también en Dios.

Ocurre entonces que nos alejamos de Dios como señal de protesta y de desacuerdo con Él. No estamos de acuerdo con lo que nos ha sucedido, o como se están haciendo las cosas. Queremos que las cosas sean como nosotros las interpretamos o como nos gustan. El perdón se borra de nuestro corazón, y también la actitud de servicio y comprensión.

¿Y dónde está el amor? Nuestro compromiso de Bautismo es un compromiso de servicio. Porque seguir a Jesús, es lo que prometemos en el Bautismo, significa servirle en los demás tal y como Él nos enseña. No se trata entonces de hacer nuestros gustos, sino de tratar de hacer los gustos, si son para el bien, de los demás.

La finalidad del amor es servir para el bien común. Y el bien es curar, solucionar problemas que redunden en mejora la vida. No se trata de satisfacer caprichos y placeres, sino mejorar lo esencial de la vida que la alegre y la haga mejor. Luego, la cuestión no es estar de acuerdo con los otros, ni tampoco sensurarles sus actitudes, sino de darle testimonio de servicio y aportarles luz de la verdad, justicia y paz.

Aumenta, Señor, nuestra fe para que nuestro corazón sea un corazón de servicio, de escucha, de comprensión, de disponibilidad y de estar presto a construir el bien y la mejora de la vida de todos los hombres. Amén.

domingo, 15 de marzo de 2015

¡SEÑOR, QUE ME ACERCE A TU LUZ!



Dame Señor la capacidad y la sabiduría de acercarme a tu Luz, porque es la Luz que busco, la Luz que responde a esa felicidad eterna que grita dentro de mi corazón y, equivocadamente busco en las cosas caducas de este mundo.

Sácame, Señor, de la oscuridad de las tinieblas, que esconden un olor a muerte y se refugian en la mentira, en la impureza, en la sombra hipócrita del engaño, de la deshonra y de la falsa apariencia disfrazada de verdad. Una verdad que se nos presenta adulterada, escondida en las falsas promesas de felicidad mundana que nos tienta y nos engaña.

Levanta mi mirada, Señor, y haz que contemple tu Cruz. Una Cruz de muerte y renuncias que, bajo el dolor, derrama mucho amor y entrega que desprende esa felicidad que buscamos. Porque, sólo cuando somos capaces de darnos, hasta incluso entregar la vida, encontramos esa plenitud eterna que desesperadamente buscamos en el camino de nuestra vida.

Por eso, Señor, queremos buscar la verdadera Luz, la Luz que Tú has traído al mundo y que en Ella vencemos a desenmascaramos a las tinieblas. Clavarnos Señor junto a tu Cruz porque queremos confiar en Ti y dejarnos salvar por tu Mirada.

Tú, Señor, eres la Luz que nos alumbra y que trae la salvación al mundo para todos los hombres que crean en tu Palabra. Amén.


sábado, 14 de marzo de 2015

¡LEJOS DE TU INMENSIDAD, SEÑOR!



¡Si llegase a tomar conciencia y a comprender la grandeza de tu Amor, Señor, no creo que la pudiera resistir! ¡No alcanzo a comprender tu Inmensidad y tu Gloria, y menos tu presencia Señor! Estoy delante de Ti, en tu presencia, bajo las especies de pan y vino, y mi corazón siendo consciente no siente ni experimenta lo que cree que debe sentir.

Me siento, no como vacío, pero sí que muy normal sin percibir bien delante de quien estoy.  Algo así como no ser consciente de tu Grandeza, Señor. Como si no supiera delante de quien estoy, el Hijo de Dios. Y temo tomar una actitud farisaica.

Supongo que será algo parecido a lo que sintió Naamán el sirio cuando el profeta le dijo que tenía que bañarte siete veces en el Jordán. Le pareció poca cosa. A mí me ocurre algo parecido, pero al revés. Me parece poco lo que yo debería sentir ante la Inmensidad y la Grandeza del Señor.

Descanso, Señor, en la confianza de tu Misericordia, y en el Amor que nos tienes. Confío que las cosas son así, respecto a los sentimientos de los hombres, porque así Tú quieres que sean y que sintamos. Y que nuestra fe y confianza en Ti sean el motor y la fuerza de nuestra perseverancia, de nuestra presencia e impulso de seguirte a pesar de nuestros pecados e insensibilidades.

Dame, Señor, la capacidad de sentirte, de experimentarte, de embriagarme de tu Amor, y de gozar de tu Inmensidad. Dame Señor la dicha de saber entenderte, admirarte y glorificarte. Amén.


viernes, 13 de marzo de 2015

SI NO AMAMOS AL PRÓJIMO, NO AMAMOS A DIOS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS





Muchos nos preguntamos por qué hay que amar al prójimo, y muchos rechazamos a Jesús porque no superamos esa dificultad del amor. Entendemos que a un amigo, con un esfuerzo, se hace posible perdonarle, pero a un enemigo o desconocido se nos antoja imposible.

Y ante esa dificultad obstamos por darle la espalda al Señor. Pensamos que nos es imposible de superar, y no aguardamos ni tenemos paciencia, y menos esperanza. La solución rápida e inmediata es negar el perdón. Así nos quedamos, aparentemente, tranquilos y satisfacemos nuestra soberbia y orgullo.

Sin embargo, si quieres seguir a Jesús y prometerle amor, tendrás que perdonar. Perdonar, no sólo a tus amigos, sino también y de forma especial a tus enemigos. Porque es ahí donde duele, donde, valga la redundancia, se demuestra el verdadero amor. No hay más remedio. Hay que amar al estilo de Jesús, porque Él nos lo ha enseñado así.

Conscientes Señor de todo lo que nos cuesta amar. Conscientes Señor de nuestros defectos y errores; conscientes, Señor, de nuestras limitaciones, pobrezas y pecados, te pedimos la Gracia de perseverar pacientemente y de llenarnos de misericordia para, humildemente, ser capaces de soportar, perdonar y servir a nuestros projimos. Y hacerlo libremente y por amor correspondiendo a tu Amor, Señor.

jueves, 12 de marzo de 2015

DIFERENCIAS, PERO NUNCA ENFRENTADOS

Jesús, centro de unidad de todos los cristianos.


Sería mala señal pensar igual. Hay que diferenciar, al menos yo lo veo así, que las diferencias nos enriquecen y nos unen, si se sabe poner en común, respetar y dejar que el tiempo vaya madurándolas. Porque sola una es la Verdad, y a esa unidad única tendremos que llegar.

Tu verdad con minúscula, junto a la mía y la del más allá, van conformando y aproximándose a la Verdad Única, y ese es el camino que todos debemos recorrer desde nuestras pequeñas comunidades, grupos o ideologías. El problema empieza cuando piensas que tú estás en posesión de la verdad y originas el cisma.

Así nacen las guerras interiores, las separaciones y la fabricación, cada uno, de su propia religión y hasta religiosidad. Así unos abrazan la designación de ministros extraordinarios de la comunión, y otros la rechazan; unos no aceptan comulgar con la mano, y otros la acogen bien. Y podemos seguir encontrando diferencias que nos distancian o nos creen mejores a uno que otros. Y hasta algunos se han marchado a otro lugar o han seguido su propio camino.

La Iglesia es el pueblo de Dios, y todos los que lo buscan, incluso los no bautizados, y los que lo rechazan o ignoran, son sus hijos. Esa Iglesia, que Jesús fundó, ha recibido la importante misión de proclamar el Mensaje de Jesús, y lo hace desde sus limitaciones y diferencias. No somos perfectos, y nuestra humanidad herida tiende al mal, y ese mal nos desvía, nos enfrenta y nos confunde. Lo importante es perseverar y cuidarnos de no dejarnos engañar y habitar por espíritu malos que puedan entorpecer la labor del Espíritu Santo.

Es ahí lo que debemos vigilar y proteger, e injertado en Él, entablar diálogos de acercamiento, de proximidad, de buenas intenciones, de comprensión, de generosidad, de misericordia y de paciencia. El fruto necesita tiempo para madurar, y la Verdad necesita tu corazón para que nazca en él la fuerza y el soplo del Espíritu Santo.

miércoles, 11 de marzo de 2015

NUESTRA NECEDAD NOS AYUDA A ORAR



¡Dios nos libre de ser inteligentes  e intelectualmente sabios y poderosos, porque poco caso haríamos de Dios y de todo aquel que quisiera corregirnos o discutirnos algo! Es posible que sea exagerado, pero lo que quiero significar es que cuando nos consideramos suficientes y prepotentes, alejamos de nuestro corazón la necesidad de implorar sabiduría.

Afortunadamente, nuestra pobreza y oscuridad, que nos impide avanzar con claridad, clama sabiduría, fortaleza y paz para, pacientemente, encontrar luz a los interrogantes que la vida nos va planteando cada día. Sin un Dios bueno y sabio eso nos sería imposible. Y hasta nuestro propio equilibrio se vería afectado, porque el hombre necesita la religión para sentirse hombre e integrado en el mundo en que vive.

La religiosidad te hace mejor persona, te equilibra tu paz y te sostiene psíquicamente todo tu sistema humano, emocional y psíquico. Porque en esa relación religiosa alcanzas esa paz que necesitas para armonizar y coordinar todas las funciones de tu cuerpo. Y eso empiezas a descubrirlo en la medida que experimentas las necesidad de orar. 

Oración que te ayuda a ir descubriendo tus pecados, tus errores, tus miserias e infundiéndote la luz que te ilumine el camino por donde ir. No se trata de permanecer instalados en la propia observancia de la Ley, sino de darle la plenitud que Jesús nos descubre en su proclamación. El perdón no se realiza sólo con la palabra, sino que tiene que ver con el compromiso de tu corazón. De la misma forma, no sólo matas con las armas, sino también con la mirada, la lengua o las intenciones de tu corazón.

Pedimos luz, sabiduría y fortaleza para, en paz, encontrar, Señor, tu Camino, tu Verdad y tu Vida.


martes, 10 de marzo de 2015

PERDONAR SUPONE AMAR



No podemos imaginar perdonar sin amor, porque el amor exige perdón. Conviene tener claro que amar no exige sentimientos ni deseos de amor, porque amar no es eso. El amor es un compromiso, y tú estás amando cuando haces lo correcto en orden al bien del otro.

No significa que amas porque lo sientes y deseas,  o no lo sientes ni deseas. El amor está al margen de todo eso. Amar es estar comprometido con la verdad y el bien. Y cuando haces el bien, perdonas y eres misericordioso, aún siendo justo, estás amando.

Así nos ama Jesús. Está comprometido con el hombre y, a pesar de nuestros rechazos y pecados, nos ama porque nos soporta, nos aguanta, nos espera y nos perdona. Ese es el verdadero significado del amor, porque así nos lo enseña y nos ama Jesús.

Por eso, somos libres y tenemos voluntad. Podemos con nuestra libertad y voluntad vencernos y dominar nuestras apetencias, nuestros apegos, nuestros deseos y egoísmos, y, a pesar de nuestros sentimientos, amar. Amar porque estamos comprometidos con la verdad, y la verdad nos necesita libres para decidir. Ese ejercicio de decidir el bien, la justicia y la paz se llama amor.

¡Oh Señor nuestro, danos la sabiduría y la capacidad de amar. Amar en clave de perdón y de compromiso. Porque sabemos que sólo perdonando como Tú nos perdona amamos y hacemos tu Voluntad. Amén!

lunes, 9 de marzo de 2015

LO NUESTRO NOS CUESTA MÁS



Supongo que es algo natural, la mancha del pecado original, que nos predispone al rechazo de lo nuestro, de lo cercano y conocido. Porque siempre nos cuesta aceptar más lo que nace de nuestro entorno que aquello que viene de afuera. En este sentido hay refranes que nos ayudan a cambiar esta tendencia natural: "Es mejor un ruin conocido, que un bueno por conocer".

Sin embargo, lo natural es que nos inclinemos al bueno por conocer aún a riesgo de que sea peor que lo que tenemos en casa. Hacemos bueno el refrán: "Nadie es profeta en su tierra". Ocurre, entonces, que nuestro testimonio y predicación tiene mejor acogida fuera de nuestro pueblo que dentro. Así son la viuda de Sarepta y el sirio Naamán, extranjeros, los que se ven beneficiados por el favor del Señor.

Y nos cuesta aceptarlo. Y hoy posiblemente ocurre lo mismo. Muchos que están alejados de la Iglesia pueden estar más cerca del Señor hasta el punto de recibir su bendición. Porque la proximidad o lejanía no responde a las prácticas o rezos, sino a las intenciones del corazón. Y el Señor sabe lo que cada uno realmente guarda en su corazón.

Por eso Señor, te pido perdón de todos mis pecados, y soy consciente de la necesidad que tengo de convertir mi corazón. Experimento mis propias limitaciones y la impotencia de no poder convertirme sin tu Gracia. Doblega mi malas intenciones y transforma mi corazón, para que la proximidad de estar cerca de Ti se corresponda también con el sentimiento y deseos de mi corazón. Amén.

domingo, 8 de marzo de 2015



No son importante las cosas externas, sino las internas. Negociar en el Templo está mal, porque el Templo es un lugar sagrado donde adoramos a Dios, pero negociar con el templo de tu propio cuerpo, verdadero Templo del Espíritu Santo, es una falta muy grave.

Porque cada hombre es un Templo del Espíritu Santo, donde Dios se hace presente y por el que Dios entrega a su único Hijo para redimirlo. Prostituir ese Templo de tu propio cuerpo es una ofensa y delito muy grave contra Dios. Tan grave que de ello depende nuestra salvación.

Y lo hacemos sin darnos cuenta, y creyéndonos dueños y señores de nuestro propio cuerpo. Incluso, las mujeres, tomándose la libertad de decidir sobre la vida de un tercero que es concebido en su propio seno. Ilumina nuestros corazones, Señor, para que veamos la realidad y sepamos elegir el verdadero camino que debemos recorrer.

Danos, Señor, la capacidad de discernir y elegir el camino que nos hace ver la verdad y la necesidad de renuncia a tantas cosas que nos sobran y que sólo nos predisponen a la mentira, la soberbia, el odio y el pecado. Limpia, Señor, nuestro Templo y no permitas que se contamine de mercantilismos sucios y  bajos que predisponen al hombre a la venganza, la envida y la ambición.

sábado, 7 de marzo de 2015

¿NECESITO ORAR?



Cuánto me cuesta hacer las cosas como Tú, Señor, quieres. Me doy cuenta que actúo mal, o por lo menos inclinado a mis intereses. Mi egoísmo me pesa mucho, y a veces no soporto su carga y lo consumo. Me escondo para no ser visto, pero mi conciencia me descubre y me delata. Sé, Señor, que te defraudo.

Sin embargo, observo, que otras personas aún aparentemente más alejadas, por lo menos, en prácticas y rezos que yo, hacen tu voluntad de forma natural. Se identifican con esa forma de actuar. Sus conductas son bien intencionadas y justas. Y yo, Señor, rezando más, presento más dificultad y soy peor. ¿Por qué, Señor? ¿Necesito rezar más?

¿Quizás sea esa la viña que me has dejado y la que tengo que trabajar? ¿Quizás sean esos los frutos que he de cultivar? ¿Quizás mis frutos  sean los frutos de la inquietud,  de la lucha infértil, seca y vacía y del celo apostólico?

Dame Señor la constancia y perseverancia de no desfallecer y esperar aceptando con paz los silencios, ausencias y tardanzas a las que Tú, Señor, quieras someterme, porque es en el crisol del fuego donde se purifica el oro. Amén.

viernes, 6 de marzo de 2015

PERDONA SEÑOR MI MAL CULTIVAR Y MIS MALOS FRUTOS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Gracias Señor por aceptar mis malos frutos; gracias Señor porque,  a pesar de mi mal obrar, Tú aceptas mis malas cosechas. Gracias Señor porque siendo un mal labrador, Tú mantienes tu esperanza en sacar de mí hermosos y buenos frutos.

Jamás veré tanta confianza y esperanza puesta en mí. Y jamás entenderé como puedes tener tanta paciencia y debilidad por mi persona. ¿Quién soy Señor para que me perdones tanto y me aguantes todos mis pecados de soberbia y egoísmos? ¿Cómo es posible que decidas entregar a tu Hijo para salvarme a mí? ¿Cuanto valgo yo?

Perdona Señor mis faltas, mis apetencias, mis apegos, mis pecados y mis rechazos a tu Voluntad. Perdona mis egoísmos y mi esclavitud al pecado. Me siento encadenado y me canso de pedirte me liberes. Bueno, no me canso, sino que me da vergüenza tanto pedirtelo y siempre lo mismo. 

A veces tengo miedo de experimentar que no salgo de la mediocridad. Y temo caer en las garras del demonio y del mundo. Sus ofertas son tentadoras y el ambiente me tienta a cada momento. Dame Señor la fuerza de superarme y de hacer tu Voluntad.

jueves, 5 de marzo de 2015

PERDONA, SEÑOR, MIS EGOÍSMOS



Sería un error mirar para otro lado y tratar de acallar mi conciencia. No sacaría nada, tarde o temprano volvería otra vez a verme en mi propio espejo. No se trata de justificarme, sino de verme realmente como soy. Y soy egoísta; me cuesta solidarizarme; sí, lo digo, y hago alguna cosa, pero creo que no lo suficiente. Sólo trato de acallar mi conciencia con algunas acciones solidarias, pero mi compromiso no es total.

Y pienso que lo mejor es reconocerlo. Es un gran paso reconocerlo, porque eso descubre la suciedad que hay en mi corazón y, descubierto lo sucio se puede limpiar. Y Tú, Señor, no sólo lo puedes limpiar, sino que quieres limpiarnos. Sólo te falta que yo me deje. Ese es el paso tan importante que yo tengo que estar dispuesto a dar.

Quiero, Señor, que me limpies. Quiero, Señor, que transformes mi corazón de egoísta en un corazón generoso y solidario. Soy consciente que yo no puedo. Depende de tu Gracia. Para mí solo has dejado la libertad de dejarme transformar. Y yo quiero. Por eso te visito todos los días; por eso hablo contigo todos los días; por eso trato de renunciar a las cosas de este mundo que puedan alejarme de Ti. 

Por eso te busco hasta el extremo que los demás me tienen por obsesionado contigo. Quiero Señor darme y dar todo por amor como Tú lo das por mí a cada instante. Quiero, Señor, llegar a tu presencia con las manos vacías de todo lo que me has dado, y llenas de amor por haberlas compartido.

Pero me siento atado, encadenado, retenido y esclavizado egoístamente. ¡Libérame Señor y transforma mi corazón!

miércoles, 4 de marzo de 2015

NO SON QUIMERAS SINO REALIDADES



Podría pensarse que hablamos en clave fantasiosa o distorsionamos la realidad. Pero los hechos nos reafirman que lo que decimos coincide realmente con lo que ocurre en la realidad. El hombre, vencido por sus impulsos de poder y de hacer su voluntad, quiere mandar. Quiere ser el primero y gobernar a su antojo.

Por eso, observamos y oímos hablar sobre los deseos de tener la mayoría, políticamante hablando, y descubrimos los abusos de poder, en nombre de la democracia, disfrazados de corderos con piel de lobos. Y experimentamos impotencia, porque a pesar de descubrir a los corderos y desnudarlos de sus pieles de lobos, las ovejas se dejan atrapar por ellos.

No damos crédito a lo que vemos: ovejas sumisas a dejarse comer por lobos. ¡Dios mío, que necesitados estamos del Buen Pastor! Del Buen Pastor que apacienta sus ovejas, las reúne y las protege y las guarda en su redil. Un redil de justicia, de paz y de amor.

¡Señor!, danos la fortaleza de no desfallecer; ¡Señor!, danos la paciencia de soportar con entereza y firme confianza las dificultades en el camino hacia tu Casa; ¡Señor!, danos la luz de tu sabiduría para aguardar pacientemente la hora de la esperanza en tu venida. ¡Señor!, no permitas que desesperemos y nos entreguemos a los lobos, de este mundo, que nos asedian.

Esperanzados y confiados en tu promesa de salvación, y abandonados al esfuerzo de servir, te pedimos Señor paz, sabiduría y fortaleza para caminar con paso firme entre tantos lobos que amenazan devorarnos e impedir que lleguemos a Ti. Amén.

martes, 3 de marzo de 2015

LA RESPONSABILIDAD DEL PASTOR



Si miramos a los pastores de rebaños, observamos que sus ovejas están enteramente bajo su responsabilidad y a merced de sus cuidados y guias. Puede, si quiere y le da por ahí, descarrilarlas todas por el risco de Famara, nombre este risco porque es el punto más algo de mi isla. Pero el símil, que usó mucho Jesús, nos sirve para entender bien lo que queremos significar.

En el caso de los humanos, que pensamos, observamos y nos damos cuenta, debemos estar muy atentos a lo que nos indican nuestros pastores. Vivir lo que nos dicen si experimentamos que nos sirve y está de acuerdo con la Palabra del Señor, y no fijarnos tanto en su estilo de vida. Porque muchos no viven según lo que proclaman y predican.

Pidamos para que nuestro Papa Francisco, él siempre nos lo pide, para que sepa ser un fiel Pastor del rebaño de la Iglesia siguiendo las enseñanzas de Jesús. Y también por todos los obispos de la Iglesia, de manera especial yo rezo por el mío, que se llama Francisco, como el Papa, y cada uno lo hará por el suyo, para que sepan guiarnos según Evangelio y darnos verdadero ejemplo de coherencia y testimonio cristiano.

Pidamos también por la Iglesia, para que sepamos también los seglares asumir nuestras responsabilidades derivadas de nuestro compromiso de Bautismo, y dar testimonio de la Palabra del Señor haciéndola vida en el acontecer de cada día según las enseñanzas de la Iglesia bebidas del Evangelio.

Y, sobre todo, que sepamos mantener el espíritu de perdón y amor entre todos los hombres, tanto los unidos en la fe del Señor, como en aquellos separados en otras confesiones o doctrinas o simplemente agnósticos o ateos. Amén.