Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 17 de enero de 2013

CANTEMOS NUESTRA FE

 
HIMNO
 
Cantemos nuestra fe y, al confesarla,
unidas nuestras voces de creyentes,
pidamos al Señor que, al proclamarla,
inunde con su luz a nuestras mentes.

El gozo de crecer sea alegría
de servir al Señor, y su Palabra
simiente en crecimiento día a día,
que al don de su verdad el mundo abra.

Clara es la fe y oscuro su camino
de gracia y libertad en puro encuentro,
si crees que Jesús es Dios que vino,
no está lejos de ti, sino muy dentro.

Legión es la asamblea de los santos,
que en el Señor Jesús puso confianza,
sus frutos de justicia fueron tantos
que vieron ya colmada su esperanza.

Demos gracias a Dios, que es nuestra roca,
sigamos a Jesús con entereza,
si nuestra fe vacila, si ella es poca,
su Espíritu de amor nos dará fuerza. Amén.

miércoles, 16 de enero de 2013

QUIERO SER CURADO


Pero experimento que mi enfermedad no termina en esta vida. Sano pero vuelvo a enfermar. Todos aquellos que fueron curados por Ti, Señor, volvieron a enfermar. Y un día, ya no solo no pudieron ser sanados, sino que terminaron sus días en esta tierra.

Por eso, Señor, yo busco y quiero primero esa sanación eterna, la que es para siempre, pues tu amigo Lázaro, resucitado por Ti, también, un día, murió. Claro que no quiero sufrir, pues el dolor es insoportable, pero sería morir para siempre a tu presencia, a gozar de tu compañía y de tu amor.

Te pido, Señor, que me hagas fuerte y pueda soportar todas las muertes que esta vida me presente. Muertes a mis comodidades y apegos, muertes a mis intereses y vanidades, y muertes a todos mis egoísmos de poder, de privilegios, de suficiencias y de todo aquello que me lleve a rechazarte y olvidarte.

Dame, Dios mío, la sanación del alma, esa que Tú, conocedor perfecto de nuestros deseos, ofreciste a aquel paralítico presentado ante Ti. Nadie te entendió, ni siquiera el mismo paralítico, pero ese tipo de enfermedad es a la que Tú has venido a vencer: "Nuestros pecados". 

Pero también necesito la del cuerpo, al menos la fortaleza de soportar mis debilidades, mis fracasos, mi toma de conciencia de aceptarme como soy, sin desfallecer, sin disgustarme conmigo mismo ni desesperarme. Aceptarme sabiendo que Tú sabes quién soy y hasta dónde puedo llegar. Lo demás corresponde a tu Gracia. Yo sólo puedo, Señor, dejarme abrazar y llevar por tu misterioso Amor. Amén.

martes, 15 de enero de 2013

DAME SABIDURÍA, SEÑOR



Sabiduría para saber de quién debo fiarme. Hay muchas propuestas en el camino de salvación. Propuestas que aparentemente son maravillosas, pero que luego se convierten en espejismos de felicidad, y mentiras que más tarde te dejan vacío y tristes.

Sólo una vale la pena, y habla en verdad y justicia. Y esa es la Tuya, Señor. Sálvame de los peligros que me acechan y me prometen felicidad, felicidad de la de este mundo: caduca y temporal. Yo quiero fiarme de Ti, Señor, y dejarme conducir por tus Palabras.

Quiero ponerme en Manos del Espíritu Santo y dejarme llevar por el camino que Él me proponga. Porque solo Tú, mi Señor, tienes autoridad y Palabra de Vida Eterna. En Ti se cumple todo lo profetizado. Tú nunca has faltado a tus Palabras y Promesas. Hasta la Resurrección ha tenido cumplimiento en Ti, mi Señor.

Por eso, creo ciegamente en tu Palabra y me someto libremente a tu autoridad y criterios. Quiero y te pido que me asista en el Espíritu a que mi vida sea vivida en base a los criterios de Jesús, tu Hijo verdadero y predilecto. Eso solo te pido, Señor, y esa sola es mi preocupación y mi afán. Dame la sabiduría de saber responderte.