Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 3 de julio de 2013

PELIGRO DE DUDA



Es el momento más peligroso que se nos puede presentar en nuestra vida, ¡y se nos presenta a cada instante! Nuestro camino está sembrado de dudas, de indecisiones, de interrogantes, de elecciones que nos someten y presionan... ¿Quién está fuera de haber dudado en muchos momentos de su vida? Dudamos todos, y diría que con repetida frecuencia.

Cada mañana al levantarnos nuestro corazón se abre en dudas y decisiones. Hay que tomar un camino, pero ese camino es incierto, sembrado de incertidumbre, de respuestas esperadas, de decisiones a tomar. Es un camino que demanda buscar seguridades, buscar respuestas ciertas... ¿Dónde encontrarlas? ¿En quién apoyarlas?

Los blogueros que hacemos el camino lo tenemos claros. "Descansar en el Señor", pero no por eso nos libramos de la amenaza y el peligro de la duda. Ella también hace el camino, y camina en el acecho de nuestros cansancios, de nuestros desfallecimientos, de nuestras debilidades... ¡Cuidado porque el síndrome de Tomás puede hacernos tambalear y perder la oportunidad de alcanzar la dicha de creer sin ver!

Por eso, creo, y lo he razonado, que Pilar ha estado muy acertada: "Sólo podemos estar seguros y en paz cuando descansamos en el Señor". Y ese descanso esta alfombrado por ese colchón formado por la Palabra, la Oración, la Penitencia y la Eucaristía. Apoyados y descansados en ellos gozamos del mejor de los sueños: "Vivir seguros en la Paz de Xto. Jesús.

Notable diferencia: Si le preguntamos al alguien que sabe muy bien: ¿Dónde queda el hospital principal? Puede decirnos: siga 200 metros hacia el norte y 300 hacia occidente y luego suba 15 metros... Quizás logremos llegar. Quizás no. Pero si en vez de darnos eso respuesta nos dice: "Sígame, que yo voy para allá", entonces sí que vamos a llegar con toda seguridad. Es lo que hizo Jesús: No sólo nos dijo cual era el camino para llegar a la Eterna Feliz, sino que afirma solemnemente: "Yo voy para allá, síganme, que yo soy el Camino para llegar con toda seguridad". Y añade: Nadie viene al Padre sino por Mí: "O sea: que para no equivocarnos, lo mejor será siempre ser amigos de Jesús y seguir sus santos ejemplos y obedecer sus mandatos. Ese será nuestro camino, y la Verdad nos conseguirá la Vida Eterna".(Tomado de Santopedia, biografía de Santo Tomás). 

Aprovechemos, en este rincón para orar, compartir nuestras oraciones de súplicas e intenciones para mantenernos unidos, fortalecidos y descansados en el Señor. Tú necesitas de mí, y yo de ti. Caminemos juntos sin olvidar que al compartir fortalecemos nuestra fe.

martes, 2 de julio de 2013

¡LÍBRAME DE MIS MIEDOS, SEÑOR!



Nadie puede escapar a los miedos. Sentimos miedos y malo sería no sentirlo, porque cometeríamos muchas imprudencias. Los miedos, de alguna forma, regulan nuestras imprudencias y nos protegen de muchos peligros y disparates que nos harían mucho daño. Pero también, los miedos pueden inhibirnos y lograr que no cumplamos con nuestro deber y hasta maniatarnos hasta el punto de anularnos.

Y a esos miedos me refiero, a eso miedos, Señor, que me alejan de Ti. A esos miedos que paralizan mi lengua y mis labios e impiden proclamarte y anunciarte a los cuatro vientos. A esos miedos que me retienen y me prohiben comprometerme e implicarme en buscar tu Reino y Justicia. A esos miedos que coartan mi libertad y me esclavizan alienándome con los criterios del mundo que no son los tuyos.

Líbrame Señor de esos miedos que no te anuncian y esconden tu Rostro. Líbrame Señor de esos miedos que permiten la muerte de muchos niños nacidos en el vientre de sus madres. Líbrame Señor de no levantar mi mano cuando te insultan, cuando te ofenden o cuando hay un hijo tuyo desamparado, mal tratado o abandonado y se le deja marginado. Líbrame Señor de pasar indiferente ante los excluidos, explotados, desahuciados y pobres.

Líbrame Señor de todos esos miedos que me impiden amarte como Tú me amas.

lunes, 1 de julio de 2013

TÚ ERES MI PAN Y MI ALIMENTO



Quiero alimentarme de Ti, Dios mío. Sé que eso supone desprenderme de otros alimentos, que me parecen en apariencias necesarios, pero no lo son. Sólo son apariencias, pues Tú eres el Pan de Vida que salta hasta la Vida Eterna. Vivir y estar en Ti supone que todo lo demás será agregado por añadidura, pues tu alimento nos dará la vida integra, tanto la material como la espiritual.

Bien, es verdad, que tendremos que buscar, que esforzarnos, pero en la confianza que encontraremos lo necesario para la travesía de cada día. Miramos los pajarillos del campo, que no se cuidan ni se preocupan que comerán y siempre encuentra lo necesario. Sí, observamos que buscan, se esfuerzan y trabajan por buscarlo y encontrarlo, pero siempre lo encuentran.

¿No somos nosotros más valiosos para el Señor? ¿Cómo entonces nos va a abandonar nuestro Padre Bueno del Cielo? Tengamos confianza en el Señor y, sin bajar los brazos y con el sudor de nuestra frente, busquemos, primero, el verdadero alimento en el Pan y Sangre del Señor, que lo demás nos será dado por añadidura.

En Ti, Padre Bueno del Cielo, ponemos todas nuestras esperanzas y a Ti nos encomendamos como referencia y móvil de nuestra vida, para que cristificados en tu Hijo Jesús seamos capaces de seguir sus pasos, verdadero alimento de nuestras almas.