Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 3 de noviembre de 2013

SEÑOR, PENETRA MI CORAZÓN Y TRANSFÓRMALO



La personalidad de Jesús debe ser sorprendente e influyente. Quien se acercó a Él y le conoció profundamente quedó tocado y transformado. El testimonio de muchos que así lo vivieron lo demuestra: Zaqueo, Mateo, Magdalena, el Centurión...etc. 

La pregunta ahora es: ¿Y yo? ¿O precisamente estoy lejos y apenas me he acercado? ¿Por qué mi vida a penas ha cambiado, o no cambia como a me gustaría verme cambiado? Posiblemente, ¿será porque mi cercanía con el Señor es una cercanía superficial? ¿Una cercanía que no deja actuar al Espíritu Santo y se cierra a su acción?

Supongo que la mejor oración que hoy podemos hacer es pedirle al Señor que nos abra nuestro corazón de piedra y nos lo transforme en un corazón de carne. Un corazón como el de Zaqueo que sea capaz, en el encuentro con Jesús, de dejarse transformar y comprometer, por amor, con lo demás.

Transforma mi vida Señor, y dame la serenidad, la valentía y la fuerza de experimentar tu cercanía y el fuego de tu Amor, que haga que mi vida se vuelva sensible, generosa y abierta a darse al bien de las personas y a la proclamación de tu Amor.

sábado, 2 de noviembre de 2013

¿QUÉ PUEDO OFRECERTE SEÑOR?



A la hora de mi atardecer me asaltan mis miedos y dudas. No tengo nada que darte. Miro mi vida y no veo los frutos que pienso Tú esperas de mí. ¿Qué puedo ofrecerte? Analizo mi camino y encuentro decepciones, fracasos, caídas, pecados, infidelidades... y pocos frutos. Mi cosecha es pobre y mis manos, ¡siento miedo!, están vacías. ¿Qué puedo ofrecerte Señor?

Me consuela y da esperanza cuando el momento de tu Crucifixión, aquel ladrón experimentó tu divinidad, y el Espíritu le iluminó para reconocerte verdadero y único Hijo de Dios. Reconoció sus miserias y sus pecados. Por eso yacía allí, junto a Ti, castigado a una muerte de cruz por sus propios pecados. Sin embargo, reconoció tu limpieza, tu Verdad, tu inocencia para que Tú Señor merecieras ser condenado a morir en la Cruz.

Y, ofreciéndote sus miserias y sus pecados, te pidió que te acordaras de él cuando estuvieses en tu Reino. Y Tú Señor le respondiste: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso». Posiblemente aquel ladrón no tendría nada que ofrecerte y a Ti nada te importó. Igual que me pasa a mí Señor. No tengo sino miserias como aquel buen ladrón. Ten piedad y acuérdate de mí cuando estés en tu Reino.

viernes, 1 de noviembre de 2013

GRACIAS PADRE POR DESCUBRIRME QUE SIN TI NADA SOY



Y es que todo lo que somos es pura Gracia de Dios. Tomar conciencia que cada paso que das es por la Gracia de Dios, es caer en la cuenta que caminas porque Él te sostiene en el Espíritu Santo. No podría ser de otra forma, porque ante el sermón de la montaña tu pobre corazón queda encogido y sin aliento.

Bendecir y bienaventurados aquellos que sufren, que son pobres, humanos, que lloran, que padecen hambre, persecuciones, injusticias... Los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz... equivale, en un mundo como el nuestro, en remar contra corriente. Porque, el mundo busca lo contrario y cree, de forma ciega y tozuda, que lo que busca, la felicidad, la encontrará ahí.

Nosotros, los que tratamos de seguir a Jesús, experimentamos que así no es, pero también sufrimos en nuestras propias carnes la dureza de vivir en las bienaventuranzas. Nos damos cuenta que solos no podemos y que necesitamos la Gracia y las fuerzas del Espíritu de Dios. Y esa es la razón, no hay otra, por lo que Jesús nos ha prometido la asistencia y compañía del Espíritu Santo. En Él, con Él y por Él podemos caminar en el reto de vivir en el espíritu de las bienaventuranzas.

Y a Él nos encomendamos suplicándole que nos inunde de su Gracia para poder, como Jesús, darnos en amor bienaventurado a los demás.