Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 25 de agosto de 2015

NO ES CUESTIÓN DE PENSARSELO, SINO DE AMAR



No queda otra alternativa, y el peligro está en pensárselo. Porque mientras lo piensas se supone que no estás convencido, o que crees que no puedes lograrlo. Por un lado u otro estás poniendo en duda la Palabra del Señor, porque es Él quien te lo manda y, el Señor, no puede mandar algo imposible.

Pasar a la acción descubre la fe en el Señor. Si Él te lo manda es porque tú y yo podemos hacerlo. Se supone que no por nosotros, sino por la Gracia que el Señor nos infunde y nos da en el Espíritu Santo que nos asiste, nos capacita, nos da paciencia y fortaleza para poder amar incondicionalmente.

La cuestión no es pensárselo, sino confiar, creérselo y entregarse en Manos del Señor. Es la respuesta que dio Natanael ante lo que le dijo Jesús; es la respuesta que dio Tomás ante la prueba de la huella del costado que le mostró Jesús. Y es la respuesta que espera Jesús ante la llamada que hoy nos hace a ti y a mí.

Dudar, vacilar en responder supone indecisión y falta de confianza. Supone falta de fe, porque la fe es fiarse y arriesgarse. Amar exige dos cosas simultáneas, una decírselo a Dios y otra demostrarlo con el prójimo. Más claro el agua. Ahora, tú sabes que no puedes hacerlo. Y eso es bueno saberlo, porque la Gloria es de Dios, no de María, ni de Pedro, ni de nadie.

También será de Dios todo lo que Él haga en ti. Él puede si tú te entregas y te pones en sus Manos. Esa es la fe, que confiamos en tu Palabra, Señor, y abandonados en tus Manos nos arrojamos sin condiciones pidiéndote que transformes nuestro corazón de piedra en un corazón de carne capaz de amarte en el prójimo. Amén.

lunes, 24 de agosto de 2015

SIEMPRE LO MISMO SEÑOR, DAME UN CORAZÓN PURO



Tú, mi Señor, me has dicho que no me canse de insistir y que persevere pidiéndote; que toque y que busque porque así se me abrirá y encontraré. Y yo quiero hacerlo y perseverar tal y como me has dicho. Y quiero insistir en pedirte un corazón bueno y presto a postrarse a tus pies como el de Natanael.

Porque yo soy obstinado, soberbio, débil y pecador. Eso Tú lo sabes, igual que sabías lo de Natanael, pero yo quiero decírtelo, porque no tengo otras palabras ni sé decirlo de otra forma. Tengo buenas intenciones y quiero obedecerte Señor, porque sé que Tú tienes palabra de Vida Eterna y eres, por supuesto, el Hijo de Dios Vivo.

Aprovecho Señor, como cada día, para pedirte tu Misericordia y tu Gracia, para recibir la sabiduría que me haga postrarme como Natanael y reconocerte como el Mesías prometido. Las tentaciones y confusiones son muchas y están pendientes de nuestras distracciones y relajamientos para perdernos y llenarnos de dudas. No permitas que eso nos suceda, y protégenos de tales peligros y dificultades.

Sabemos de nuestras miserias y pequeñeces, pero también sabemos que en la debilidad e impotencia nos hacemos fuertes por mediación de tu Gracia. Y eso lo experimentamos con y en tu presencia.

Gracias Señor por tu Misericordia y por tu promesa de ver cosas mayores. Mi vida y como Tú la sostiene  es el milagro que, al despertar de cada día, descubre tu presencia y tus cuidados, y experimento como en Ti se sostiene y resiste los embates del camino. Amén.