Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 3 de abril de 2016

JESÚS NOS TRAE LA MISERICORDIA DEL PADRE Y EL ALIENTO DEL ESPÍRITU



Asustados, encerrados y temerosos de que nos puedan quitar la vida. Sin fe y sin confianza. Y después de haber visto y ser testigo de todo lo que ha hecho Jesús. No hay excusa ni justificación. Sin embargo, Jesús, se aparece en medio de sus discípulos, les da la paz y la autoridad y poder de perdonar. Tal y como Él les ha perdonado. ¡Bendita Misericordia que nos salva!

Ser consciente de que todo lo que podamos hacer no es mérito nuestro, porque nos lo ha dado el Espíritu de Dios. Nosotros somos la imagen de aquellos discípulos asustados, sin fe y dispuestos a dejarlo todo por miedo. Sólo la presencia de Jesús nos levanta, nos da ánimo, fuerza, sabiduría y poder para transmitir la Buena Noticia de su Resurrección. ¡Qué vamos nosotros a atribuirnos!

Te damos gracias, Señor, por darnos cuenta de nuestra debilidad y pobreza. Te damos gracias, Señor, porque esa sabiduría, también venida de Ti, nos ayuda a no engreirnos ni llenarnos de prepotencia y vanidad. Te damos gracias, Señor, de tomar conciencia que sin Ti nada podemos hacer ni nada somos, y te pedimos que nos llenes de humildad y paciencia.

Danos, Señor, como puedes observar no dejamos de pedirte, la perseverancia y la valentía de no renunciar a seguirte y vivir en tu Palabra por miedo, por respeto humano, por tentaciones y todos los obstáculos que el mundo nos pone como sancadilla para desviarnos de Ti. 

Y aumenta nuestra confianza y nuestra fe en la acción y presencia del Espíritu Santo, la tercera Persona de la Santísima Trinidad, que Tú nos has prometido y nos has dado a través de tus discípulos, desde aquel día que te apareciste entre ellos, por medio de nuestro Bautismo.

Haz, Señor, que nuestra experiencia de resurrección en Ti sea una experiencia nacida desde lo más profundo de nuestro corazón, y vivida desde tu Palabra y hecha realidad con y en nuestra vida. Amén.

sábado, 2 de abril de 2016

GRACIAS, SEÑOR, POR EL PARÁCLITO, QUE NOS AUXILIA Y ALIMENTA.



¿Qué seríamos sin el Espíritu Santo? Supongo, ni más ni menos, que como los apóstoles y discípulos que le conocieron y acompañaron los tres años de su vida pública. Seguramente nos hubiésemos dispersados y escondidos olvidando su Mensaje, y, muertos de miedos, hubiésemos dejado que su paso por la tierra quedase en una historia hermosa de un profeta mortal más.

Gracias, Señor, porque te has cuidado que eso no fuese así, porque los apóstoles y discípulos han respondido a tu llamada, injertados, cómo no, en el Espíritu Santo. Gracias, Señor, porque el Espíritu Santo nos ha iluminado y nos ha dado la Luz de aceptar y acoger tu Mensaje recibido a través de los apóstoles. 

Gracias, Señor, por hacernos ver, con tu Presencia y tu Palabra, que nuestra misión y compromiso es, por el Bautismo recibido, la de proclamarte y de vivirte en nuestras vidas en relación con los demás. Gracias, Señor, por la Iglesia y las comunidades parroquiales, donde nos apoyamos y fortalecemos, tal y como hacían los primeros discípulos, para compartir nuestra fe.

Gracias, Señor, por los sacerdotes, hermanos consagrados, que entregan sus vidas para servirnos y acompañarnos en la fe. Gracias, Señor, por todas las personas consagradas, congregaciones y órdenes religiosas, que siguen su fe y se esfuerzan en transmitirla siguiendo, Señor, tu mandato: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación».

Por todo ello, gracias, Señor, y postrados ante tus pies nos ponemos a tu servicio, para que, por tu Gracia y amor, nuestros corazones sean transformados hasta el punto de entregar nuestras vidas en el cumplimiento de tu mandato. Amén.

viernes, 1 de abril de 2016

MIS OJOS SON MUY LIMITADOS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




No solamente mi vista va perdiendo facultades con la edad, sino que mis ojos no son lo suficientemente capaces de verte claramente, Señor. Porque mi capacidad es limitada y sin tu Gracia no puede advertir tu presencia. Dame, Señor, esa Gracia de poder distinguirte entre la oscuridad de este mundo oscuro, valga la redundancia, y descubrir tu presencia en mi vida.

Son muchas las playas de mi vida en las que me he cansado de lanzar mis redes al mar sin conseguir cobrar ningún pescado. Son muchos los momentos de mi vida que he experimentado cansancio, desconcierto y desesperanza al ver la playa de mi vida desierta, despejada y sin tu presencia, Señor. 

Y, sumido y abatido en la oscuridad del mar revuelto de mi vida, he querido dejarme llevar por él, y hasta sumergirme en el lodo de sus infestadas y profundas corrientes revueltas con el fango y la mentira de sus impuras aguas. Por eso, levantando mi mirada llena de esperanza he querido ver la limpieza de esa agua cristalina y pura que Tú, Señor, me ofreces. Y sosteniendo mi mirada hacia la playa de mi vida, he querido verte y sentir tu aliento y tu llamada para compartir contigo el trabajo y los esfuerzos de mi pobre vida.

Señor, dame la sabiduría de responder a tu llamada, y de ser dócil a tus órdenes, para lanzar una y tantas veces como Tú me digas, mis redes al mar de mi camino, para, en tu Nombre, y auxiliado por tu Espíritu, proclamar con mi vida y mi humilde palabra tu Mensaje de salvación a todos los hombres.

Sé que sin Ti mis redes quedarán vacías, y será vano mi trabajo durante toda la noche. Pero con el clarear del día y advirtiendo tu presencia, mis redes, lanzadas de nuevo en tu Nombre, regresarán repletas de frutos que darán glorias y alabanzas por tu Amor y Misericordia. Amén.