Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 26 de julio de 2016

BUENA SEMILLA




Dentro de cada persona está impresa la huella de Dios. Nos ha creado a su imagen y semejanza y nuestro corazón arde en deseos de amar y de ser feliz eternamente. Porque, Dios es Felicidad y Gozo Eterno. Dios es Amor, y si nosotros somos semejantes, estaremos creados para amar y ser felices eternamente.

El hombre y la mujer están inclinados a amar. Sin amor no podemos vivir. Necesitamos agarrarnos al amor para darle sentido a nuestra vida y entregarla por verdadero amor. Se experimenta eso cuando somos padres. Comprendemos lo que es amar. Antes, por muchas buenas lecciones y hasta ejemplos que nos den no podremos comprenderlo. Necesitamos experimentarlo.

El amor arde en nuestro corazón cuando está dispuesto a la renuncia, al sacrificio, a la entrega y al servicio desinteresado y gratuito. Y enciende el gozo y la alegría dentro de nosotros. Entonces es cuando estamos dispuestos y preparados para comprenderlo, porque lo estamos experimentando con nuestra actitud y entrega.

Necesitamos ama para vivir, pero no un amor egoista ni posesivo, que enfrenta, compite y destruye al otro, sino que construye y comparte generosamente. No un amor que se esconde en la cizaña y crece junto a la buena semilla, para, llegado el momento, dividir, enfrentar, competir, luchar por ser más y mejor que el otro. ¡No!, el amor es reflejo del Amor de Dios, que nos ama sin condiciones y nos da todo lo necesario para que, amando como Él, podamor morar eternamente en plenitud de gozo junto a Él.

Pidamos no apartarnos nunca de Él; pidamos estar y perseverar siempre en Él; pidamos estar siempre abierto a la acción del Espíritu Santo, para que protegidos y auxiliados por Él no dejemos entrar nunca en nuestro corazón la cizaña del poder, de la ambición, de la suficiencia, del placer y egoismo que nos destruye y nos pierde. Pidamos estar vigilantes y abierto expectantes a su venida para que nos acoja y nos lleve para siempre a la Gloria Celestial con Él. Amén

lunes, 25 de julio de 2016

UNA CRUZ DE SALVACIÓN



No parece la cruz lo que aparenta, porque en lugar de servirnos para doblegarnos y matarnos, la Cruz, desde la Muerte del Señor Jesús se ha convertido en Cruz y signo de Salvación. La Cruz representa el signo por excelencia, para los cristianos, de Salvación, porque por ella y en ella Jesús, el Hijo de Dios, con su Muerte y Resurrección ha ganado, para lo que creen en É,l la Resurrección Eterna.

Por lo tanto, nuestras cruces, aunque no cruentas, son oportunidades para alcanzar la Santidad y la Salvación Eterna. Y cruces hay muchas en nuestras vidas. Y de todo tipo, desde la enfermedad hasta la entrega a los necesitados y disminuidos. La Cruz es signo de triunfo sobre la muerte y cuando la abrazamos, abrazamos también la vida.

Por eso, Señor, hoy queremos pedirte que nos des la fuerza y sabiduría de abrazar nuestra peculiar cruz. La de aceptarnos tal y como somos; la de aceptar la enfermedad y los problemas que la vida nos presenta; la de entender y aceptar nuestro servicio y entrega a los que lo necesitan, sobre todo a los más desposeídos y excluidos. Y la de comprender que en la entrega y servicio a los demás cumplimos tu santa Voluntad. Amén.

domingo, 24 de julio de 2016

HAZ, SEÑOR, QUE MI VIDA SEA UNA ORACIÓN



La oración se hace verdadera oración cuando se encarna en la vida. Una oración desencarnada se convierte en religión, precepto o piedad sin savia divina y sin vida y sin frutos. Porque la oración tiene como resultado dar frutos, y si no los hay es que es oración sin vida, muerta. No hay gripe auténtica si no contagia, y, siguiendo el mismo paralelismo, no hay oración cuando no se refleja en la vida.

El Padre nuestro que Jesús nos enseña es una oración encarnada en la vida, porque es la relación de un Padre con sus hijos. Un Padre al que santificamos su Nombre porque nos ha dado la vida y todo lo que tenemos y somos. Un Padre al que le pedimos su Reino porque entendemos que es en su Reino donde verdaderamente podemos ser felices. Y, un Padre, al que también pedimos nuestras necesidades de cada día y su Perdón, cómo y en la medida que también nosotros estamos dispuestos a perdonar. Y que nos libre de exponernos a las tentaciones.

Una oración encarnada, porque ese Padre Vive, está pendiente de nosotros y, en su Hijo Jesús se hace presente en cada reunión en su Nombre. Es un Dios vivo, que actúa en cada instante de nuestras vidas y que habla y escucha y camina con cada uno de nosotros. Es un Dios con el que hablamos en el peregrinar de nuestros caminos y con el que interactuamos en todo momento. Por lo tanto, no puede ser una oración que sirva sólo para un rato, para cumplir con un precepto o para utilizarla en puntuales momentos como normas o hábitos de vida. ¡No, así no!

Es una oración viva y modelo y referencia de vida. Es una oración que incide en cada actitud y vivencia existencial de nuestro ser, actuar y obrar. Es una oración que nos invita a santificar el nombre de Dios, a buscar su Reino y nuestro pan de cada día, a perdonar y a cuidarnos de ponernos en peligro alejándonos de la actitud de vivir en su Voluntad. Es una oración de relación íntima y diaria con Alguien que Vive y está dentro de mí.

Por eso, Padre, dame la sabiduría de descubrir tu presencia en cada instante de mi vida, conmigo mismo, en mi relación con los demás, sobre todo en la actitud de perdonar las ofensas recibidas, y fortalece mi perseverancia e insistencia en no perder la confianza de pedirte todo aquello que me relaciona y me lleva a Ti y al gozo de tu presencia. Amén.