Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

lunes, 31 de octubre de 2016

LA DIFICULTAD DE AMAR

Confieso y reconozco que mi corazón está sucio y endurecido por el pecado. Un corazón que ama en la esperanza de ser amado es un corazón que busca recompensa en este mundo. Un corazón que no ama de forma gratuita sino por alcanzar la recompensa. Y reconozco, Señor, que soy esclavo de mis propias miserias. Nunca podré liberarme sin tu Gracia.

Mi identifico con el publicano de la parábola, Lc 18, 9-14, y también con Zaqueo, el Evangelio de ayer domingo. El primero fue justificado y el segundo cambió su corazón. También yo te pido, Señor, que me cambies y transformes mi corazón, porque soy un pecador y necesito tu Gracia para amar como Tú me amas. Sólo Tú, Señor, puedes cambiar mi corazón egoísta y endurecido.

Eso es lo que hoy, desde este rincón de oración, te pido, Señor. ¡Conviérteme y transfórmame! Dame, Señor, la paciencia y perseverancia para saber esperar. Y, sobre todo, confiar. Confiar en que Tú, como al publicano y Zaqueo, cambiarás mi endurecido corazón por uno semejante al tuyo. Amén.

domingo, 30 de octubre de 2016

UN CORAZÓN COMO EL DE ZAQUEO

Sí, Señor, quisiera tener un corazón como el de Zaqueo, capaz de dejarse transformar por tu Palabra y de dar un giro radical a su vida. Eso te pido, Señor, de forma concreta y firme. Dame un corazón capaz de cambiar, de hacer vida en él tu Palabra y tu mensaje de amor.

Pero, para eso, Señor, quizás tenga que experimentar ese deseo, como Zaqueo, de conocerte, de buscarte y de atreverme, sin miedo al ridículo, subir al árbol de mi vida para verte pasar. Abre mis oídos, Señor, para, en el silencio de mi corazón, escuchar tus Palabras y ser capaz de dejarlas actuar, en el Espíritu Santo, dentro de mí, para transformar mi corazón.

Despierta mi corazón para que avive el impulso de buscarte y de dejarme encontrar como hizo Zaqueo. Ablanda mi corazón y llénalo de sabiduría para en la escucha de tu Palabra sepa discernir tu Voluntad. Señor, que mi torpeza y mis egoísmos no sean obstáculos que me impidan hacer tu Voluntad. Sé que sin tu Gracia me será imposible vencerlas y eso te pido con todo mi corazón.

Ablándame, Señor, y seréname hasta el punto de revestirme de humildad y de paz, para aceptar mi condición pecadora y mi esperanza en tu misericordia. Lléname de esperanza y de amor para despojarme de todos los obstáculos que me separan de Ti.

 Quiero buscarte, Señor, y escuchar tu invitación de cada día a ser mejor. Y vivir en esa actitud de, poco a poco, ir dando pasos hasta convertir todo mi corazón en hacer tu Voluntad. Amén.

sábado, 29 de octubre de 2016

HUMILDES PARA SERVIR

No se puede servir si no se es humilde. Diríamos que la humildad es la principal virtud para ponerse al servicio de los demás. El hecho de ocupar los primeros puestos no significa que seamos los mejores, aunque eso aparentemente parezca y se tenga como costumbre y tradición.

Nuestra relevancia parece estar representada según el lugar que ocupemos, tanto en la categoría social que nos corresponda como en los momentos celebrativos o puntuales de las fiestas. De ahí que, los que se tienen como importantes busquen los primeros puestos. Indudablemente que eso nos gusta a todos, pero también todos sabemos que el mayor poder y privilegio es servir a los demás.

Por lo tanto, si buscamos los primeros puestos para servirnos y que nos sirvan, vamos por camino erróneo. Ahora, si ese primer puesto busca servir mejor a los demás, el camino es el acertado. Ese es el sentido que Jesús, al menos en mi humilde opinión, descubro que hoy nos dice. No nos ensalcemos, porque de esa forma seremos humillados. Y tratemos de ser humildes, y seremos ensalzados.

La autoridad se gana con la verdad, y la verdad nos pone en los primeros lugares. Pidamos que la humildad sea siempre nuestra bandera y que, estemos donde estemos, seamos siempre humildes y en actitud de servir por amor. Porque cuando servimos no pensamos ni buscamos primeros lugares. Jesús, el Señor, nos lo enseña con su ejemplo de vida. El lavatorio de los pies en la última cena es un claro ejemplo.

Señor, conscientes de nuestra humanidad pecadora, y lo difícil que nos resulta ser humildes, te pedimos que, como tu Madre, María, seamos obedientes y dócil a tu Palabra y, por su intercesión, transforma nuestros corazones endurecidos y soberbios por unos corazones suaves, tiernos y llenos de amor y paz. Amén.