Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

viernes, 2 de diciembre de 2016

ESPERANZADOS EN LA LUZ



HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS

Hay días que nos quedamos extasiados cuando contemplamos la luz del sol y el contraste a lo lejo, en el horizonte, coincidiendo con la puesta de sol y su combinación y reflejos con las nubes. Todos hemos visto esas estampas preciosas, bien directamente o en postales, películas y pintura. Y experimentamos una sensación hermosa y placentera.

¡¡Cómo será la Luz de la Verdad!! Supongo que inigualable y algo muy diferente a la que conocemos. Tanto es así que no podemos ni siquiera imaginárnosla. Una Luz que no sólo ilumina nuestra vida, sino que nos hace eternamente felices y plenos de gozo. No nos cabe en la cabeza ni tampoco en el corazón. Sólo el desearla nos llena de alegría, de esperanza y de gozo.

Te pedimos, Señor, que como esos dos ciegos del Evangelio de hoy, nos des la fe para seguir tus pasos y suplicarte constantemente sin desmayo que nos abras los ojos de nuestro corazón para ver esa Luz Infinita que nos alumbra, no una sola parte de nuestra vida, sino toda nuestra vida. Es decir, para toda la Eternidad.

Ahora es tiempo de esperarte y buscarte, Señor. Sé y sabemos que siempre es tiempo de búsqueda, de oración, de limosna y de actitud de conversión. Pero, hoy, Señor, queremos adaptarnos a este tiempo litúrgico que vivimos y prepararnos para recibirte y descubrirte como Niño en el pesebre. Es tiempo de oración, de espera y de alegría porque llega el Mesías, el Salvador que nos abre los ojos para ver la Luz, la verdadera Luz que nos alumbra el camino de salvación.

Danos, Señor, esa fe que necesitamos para mantener despiertos nuestro ojos interiores y espabilada nuestra mente en actitud de espera y vigilancia y descubrir tu venida, tu nacimiento y encarnación desde el vientre de María y por obra del Espíritu Santo. Amén.

jueves, 1 de diciembre de 2016

¡SEÑOR, SOY ROCA DÉBIL!

Tú sabes, Señor, que quiero seguirte, y que quiero construir mi casa apoyado en Ti. Pero también sabes de mis debilidades, de mis miedos y mis ignorancias. Dame la sabiduría de discernir siempre lo bueno, el bien y la verdad, que es la roca que me salva y que me sostiene en Ti. Por eso, Señor, mi fortaleza consiste en estar todo el día pegado a Ti. Porque de una u otra manera me paso las veinticuatro horas del día hablando y pensando contigo y en Ti.

Y es qué no puedo hacerlo de otra forma, ni tampoco sabría. Si me faltas Tú no sabría, a estas alturas, a dónde ir. Sin embargo, Señor, sé que te fallo y que muchas veces puedo quedarme en Señor, Señor... y mantener mis brazos cruzados. Y, quizás, abuso de tu Misericordia. Reconozco como aquel pobre publicano que no soy digno de levantar mi cabeza y mirarte. Me de fuerza y esperanza el saber y conocer tu Misericordia Infinita, esa que tu Hijo, nuestro Señor Jesús, nos ha hablado de Ti.

Padre nuestro, nos ponemos en tus Manos y te pedimos fervorosamente que nos fortalezcas, nos infundas valor y conocimiento para luchar contra las tempestades del odio, de la venganza, de la soberbia, de la vanidad, del egoísmo y de la suficiencia. Te pedimos el equilibrio y dominio de nosotros mismos para saber y poder dominar nuestras pasiones y tentaciones. Haznos, Señor, como roca fuerte y poderosa que no se mueve ante los embates de vientos y huracanes u olas del mar.

Por eso, confiado en tu Palabra te suplico que al iniciarse cada día me des esa fortaleza, paz y sabiduría para saber enfrentarme al mundo con verdadero amor y ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno, para ver a tus hijos como los ves Tú mismo y poder llegar a descubrir la bondad de cada uno. Amén.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

QUIERO, SEÑOR, SER PESCADOR DE TU BARCA

No quiero pescar para otros, ni empeñarme en pescar yo sólo. Quiero pescar en tu Nombre y contigo, Señor. Porque sólo con tu Gracia podrá hacerlo para y sólo tu Gloria. Aparta de mí todas mis suficiencias y tentaciones de creerme yo el evangelizador. Aparta de mí todas mis vanidades e intenciones de querer imponer mis ideas y criterios. Aparta de mí todo aquello que no sea y coincida con tu Voluntad. Porque sólo Tú, Señor, eres quien evangeliza para Gloria de Dios Padre.

Dame la humildad de Andrés y Juan, así como también la de Santiago y Juan. Ellos perseveraron a tu lado y superaron miedos, tentaciones y sufrimientos. Dieron sus vidas por transmitir la Verdad, el Camino y la Vida que eres Tú, Señor. Dieron sus vidas por imitar tus pasos, no sólo de palabra sino también entregando sus vidas. Danos la fortaleza para que también nosotros, humildes e inútiles siervos podamos dar todo lo que de Ti, gratuitamente, hemos recibido para bien y conversión de los demás.

Danos la sabiduría de saber estar y ponernos disponible a la acción del Espíritu Santo. Abrirnos a su acción y dejarnos moldear por sus siete dones: Sabiduría, Inteligencia, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios. Y, auxiliado y fortalecidos por ellos, derramar sus frutos: Caridad, Gozo, Paz, Paciencia, Longanimidad, Bondad, Benignidad, Mansedumbre, Fidelidad, Modestia, Continencia y Castidad.

Ayúdanos a estar dispuestos a la renuncia de todo aquello que pueda perturbar nuestra unión e intimidad contigo. Hacer que Tú, nuestro Señor, seas el centro de nuestras vidas y todos nuestros actos giren en torno a tu Palabra y Voluntad. Enséñanos a discernir nuestras decisiones y a saber tomarlas con naturalidad, con humildad, con sencillez y para bien de todos los que nos rodean. Y, sobre todo, a llevar a nuestras vidas tu Palabra y tus Obras de amor, porque esos testimonios son el anzuelo para que los hombres despierten en su corazón la llama del amor que llevan dentro y entren en tu barca. Moldéanos, Señor, y haznos también a nosotros pescadores de hombres. Amén.