Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 3 de junio de 2017

VIVIR PARA MIRARTE SÓLO A TI, SEÑOR


Cuando queremos solucionar nuestros problemas desde nuestra sólo mirada, la vida se nos complica, y la oscuridad nos envuelve. Sólo la Luz del Señor puede iluminarnos y apagar esa oscuridad que nos amenaza con confundirnos y perdernos. Por lo tanto, no miremos a la luz del mundo. Un mundo vejatorio, sensual, material y cargado de espejismos que nos engañan y que son caducos. Un mundo donde su luz es artificial, generada por el hombre, que dirigido por sí mismo está abocado a la muerte.

Por lo tanto, no miremos a la luz del mundo, porque es luz artificial y caduca, que alumbra envuelta en oscuridades. Miremos a la Luz, única y verdadera, que nos ilumina el único Camino, y nos alumbra nuestros pasos inciertos por senderos de verdad, de justicia y de paz. Busquemos la mirada del Señor con humildad y fe, confiados en su Misericordia e infinito Amor.

No demos un paso sin antes mirar al Señor. Eso significa contar con Él para todo. O lo que es lo mismo, hacerlo y ponerlo en el centro de nuestras vidas. Y buscar en Él su aprobación, su parecer, su señal de complacencia y su mandato. No fabriquemos nuestro personal becerro de oro y nuestro personal código de mandamientos. Quizás, distraídos, podemos encontrarnos en esa etapa de nuestro camino. Todavía podemos estar protestando y, desesperados, fabricar nuestro propio ídolo.

No decidamos sobre el otro sin, antes, no consultar y hablarle de él al Señor. Y, al actuar, tratemos de esforzarnos tal y como Él nos diga. Tenemos sus enseñanzas y también sus obras para, siguiéndolas, aprender y llevarlas a nuestra vida, tal y como nos ha enseñado. Recordemos que el Espíritu Santo está con nosotros. Un inmejorable Consejero, Defensor  que nos infunde Sabiduría, Fortaleza, Ciencia, Piedad, Entendimiento y Temor de Dios.

Por último, pidamos la Gracia de despertar y de avanzar en nuestro camino hacia la Ciudad Prometida, donde reinará la Paz, la Vida y el gozo Eterno. Amén.

viernes, 2 de junio de 2017

¡SEÑOR, TÚ SABES QUE TE AMO!

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDA

Con esas mismas palabras quiero empezar hoy mi humilde oración: ¡Señor, Tú sabes que te amo! Y en tus Manos están puestas todas mis esperanzas. Porque no puedo amarte de otra forma. Mi pobre corazón está contaminado por los egoísmos de este mundo, y no entiende otra cosa que dar para recibir. Y, a pesar de saberlo y decirlo, en lo más profundo de mi corazón subyace el pecado que me arrastra y me limita.

Reconocer que no puedo liberarme, es reconocer que te necesito, Señor. Y eso me descubre como pecador, incapaz de levantar mis ojos hacia Ti y pronunciar palabra alguna. Sólo pedirte perdón porque soy un pecador y abandonarme en tu Misericordia. Es la actitud del publicano -Lc 18, 13- que reconociendo sus pecados pide perdón.

No puedo amar de otra forma, y aunque lo intento, mi materialidad desvía mis intenciones y, aunque lucho para apartarme, siempre está la tentación de mirar para mí mismo. Por eso, Señor, como Pedro quiero expresar mis buenas intenciones y mis esfuerzos por amar como Tú me amas. Pero, necesito tu Gracia, porque mi propio egoísmo me vence.

Dame, Señor, la fuerza y la capacidad de saber renunciar a todo lo que contamina mi humilde corazón, y a darme, renunciando a todo privilegio y honor en este mundo, al servicio de los demás. Sé que yo no puedo, pero confío, y te lo pido, Señor, que tu Gracia me transforme y me llene de tu Amor y Misericordia.

Señor, sé que las palabras, mis palabras, son fáciles de pronunciarlas, pero vivirlas y encarnarlas en mi propia vida es cosa más seria y más dificultosa. Y reconozco que dejo mucho que desear. Pero confío en tu Amor y en tu promesa para que insistamos y pidamos todo lo que necesitamos. Y es eso, Señor. No quiero nada, sino que me transformes mi corazón egoísta en un corazón misericordioso y generoso. Amén.

jueves, 1 de junio de 2017

RECEN POR NOSOTROS

En muchas ocasiones pedimos oraciones. No sólo por otros y necesitados, sino también por nosotros. Sin embargo, olvidamos que Jesús nos ha prometido rezar por cada uno de nosotros. Por aquellos que crean en Él. Y nos lo ha dicho con sus propias Palabras: «Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí...

¿Soy consciente de que Jesús está rezando por mí? Y si lo soy, ¿cómo respondo a esa oración? ¿Cambia mi vida? ¿Dejo que esa oración del Señor influya en y desde mi corazón? ¿O, por el contrario me abandono al hedonismo de este mundo que me seduce y me aplasta? Esa es la gran disyuntiva de nuestra vida. Somos tan necios que llegamos a creernos que sabemos lo suficiente para dirigir nuestra vida.

Y esa es nuestra oración de hoy: Señor, danos la sabiduría, ese don del Espíritu Santo, para saber agradecerte todo lo que nos has dado y lo que nos da diariamente. Gracias por tus oraciones Padre. Dame la voluntad de saber levantarme e ir hacia Ti. Tal y como hizo el hijo pródigo.

Danos, Señor, a las puertas de celebrar Pentecostés, los dones del Espíritu Santo, para que fortalecidos en ellos, sepa y pueda perseverar, agradecer, conocer y amar al Padre. Hoy, Señor, nos dices cosas muy bonitas, hermosas e importantes. Nos preparas el camino y nos tranquiliza para que no desfallezcamos ni perdamos el horizonte de ir hacia Ti. Nos has dado tu Gloria, la que has recibido del Padre, para que perseveremos y nos mantengamos unidos como Tú y el Padre son uno.

Señor, somos débiles y el mundo nos arrastra amenazándonos con someternos y engañarnos. El mundo nos seduce y nos ciega. Y nosotros no queremos seguirle. Queremos permanecer y estar contigo, porque Tú eres el Dios que nos quiere y que nos salva. Señor, enséñanos a saber guardar tu Palabra y a permanecer unidos y a utilizar todo los dones del Espíritu Santo. Amén.