Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 3 de agosto de 2017

¿QUÉ OCURRE QUE TU FE NO TE MUEVE?

Si saliésemos a la calle a preguntar por la fe, creo, sin temor a equivocarme, que muchas personas dirían que creen. Muchos, dirán que creen en Dios, pero, no en los curas; otros, que creen, pero que eso de las misas, los curas y preceptos no les convencen. Estarán también lo que creen y se esfuerzan en practicar y seguir los mandatos del Señor siguiendo la escucha de su Palabra, y otros dirán, simplemente, que no creen.

De cualquier forma, digas lo que digas, y pienses lo que pienses, dentro de ti experimentas gozo y satisfacción cuando haces bien. Y eso es simplemente cuando has ayudado o alegrado la vida a alguien procurándole solucionarles algunas necesidades o resolviiéndoles algunos problemas. Es decir, dicho de otra forma, amándole. Problemas, que no son sólo materiales, sino también espirituales. Problemas que no sólo dificultan los caminos de la vida, sino que impiden ver la salvación eterna.

Sin embargo, tu fe no se mueve. Dices y reconoces, pero las tentaciones, ambiciones, afanes y riquezas del mundo te absoben y te distraen, y hasta te hacen olvidarte de la última hora de tu vida. Luego, al final será el rechinar de dientes. Pidamos al Señor que despertemos y tomemos conciencia de lo que se avecina en nuestra propia vida. Tu propia vida. No podrás evitar que llegue tu última hora y, en esos momentos, lo que importa es la cantidad de amor que has gastado y cómo lo has gastado.

Por eso Señor, te pedimos con fuerza y confianza que fortalezcas nuestra vida interior y que nos llenes de la sabiduría que sabe apreciar y discernir lo verdaderamente importante, y lo bueno de lo malo. Danos esa templanza y serenidad para saber gasta todo el amor del que somos capaces en buenos actos de amor por los demás y en correpondencia a todo el Amor que Tú, Señor, nos das.

En y con esa actitud, Señor, te pedimos que despiertes nuestra mente e ilumines nuestro corazón para, en el esfuerzo de parecernos a Ti, seamos cada día más amor y menos egoístas. Y así, lleguemos a tu presencia donde podamos presentarte todas nuestras buenas obras de amor. Amén.

miércoles, 2 de agosto de 2017

¿A QUÉ ASPIRAMOS NOSOTROS?

Si preguntaramos a los hombres sobre como desearían que fuese el mundo, seguramente la respuesta general sería: un mundo donde reine la justicia, la verdad, la paz y el amor. Porque eso lo tienen todos los hombres grabados en el corazón. Es la huella de Dios sellada en el corazón del hombre, y es lo que el hombre aspira y quiere.

Por eso, Dios, envío a su único Hijo, nuestro Señor Jesús, para que, pareciéndonos a Él, encontráramos su Reino. Un Reino de justicia, de amor y de paz. Jesús, nuestro Señor, es, pues, nuestra referencia y nuestro modelo. En Él encontramos todas nuestras aspiraciones y anhelos, y culminamos todas nuestras esperanzas. Él es la perla fina por la que vendemos todo lo que tenemos, porque nos llena plenamente de la felicidad, belleza y paz que buscamos. Él es el tesoro escondido, por el que, encontrado, vendemos todo para comprar ese campo donde el tesoro se halla.

Te pedimos, Señor, que nos des la luz necesaria para saber discernir cómo y en dónde estás Tú entre las cosas de este mundo. Saber elegir y apartar lo que nos esconde tu presencia y vender todo aquello que nos separa y aleja de Ti. Danos, Señor, la sabiduría de discernimiento, para que, encontrados contigo, sepamos diferenciarte de lo material y caduco de este mundo.

Danos, Señor, la fortaleza y la voluntad de saber abstenernos de los placeres y comodidades, que nos conducen a amarnos a nosotros mismos egoístamente y despreciar a los demás. Voluntad y fortaleza para renunciar, a pesar de ser atraídos por nuestras debilidades e inclinaciones humanas. 

Danos la constancia y perseverancia de ser paciente, fieles y confiados a tu Palabra, y, aún sintiéndonos tentados y con dudas por nuestras limitaciones e ignorancias, sostenernos firmes y fieles a Ti. Amén.

martes, 1 de agosto de 2017

Salmo 23: Entrada solemne de Dios en su templo







Ant: El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá monte del 
Señor.


Las puertas del cielo se abren ante Cristo que, como hombre, sube al cielo (S. Ireneo)


Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
Él la fundó sobre los mares,
Él la afianzó sobre los ríos.

- ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?

- El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.

- Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.

- ¿Quién es ese Rey de la gloria?
- El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.

- ¿Quién es ese Rey de la gloria?
- El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.


Laudes
Salterio: martes de la primera semana