Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

domingo, 3 de diciembre de 2017

NADIE PODRÁ DECIR QUE NO SE LE HA AVISADO

Llega a parecer un disco rayado. La insistencia a la llamada de permanecer vigilantes es muy repetida. Y eso nos da a entender como nos conoce el Señor. Sabe de nuestras debilidades, de nuestra tendencia al pecado, de nuestra naturaleza pecadora. Sabes que somos presa fácil y podemos perdernos. Por eso, nos alerta y nos avisa con mucha reiteración.

Pero, no consiste esa llamada a estar vigilantes solamente, sino a estar injertado en Él, porque sin Él el mundo nos engulle y nos devora. Necesitamos estar preparados unidos al Señor. Llenar nuestra alcuza del verdadero aceite de la fe, y estar bien alimentados de la Eucaristía, Cuerpo y Sangre del Señor, que nos conforta, nos fortalece y nos da la capacidad para soportar todos los embates que el mundo nos pone delante con la intención de despistarnos y distraernos.

Y el arma más importante para mantenernos unido al Señor es la oración. Una oración cargada de humildad, de perseverancia, de fe y de confianza. Una oración confiada y solícita que nos sostenga despiertos y en constante unión con el Señor. Una oración abierta a la acción del Espíritu Santo, para que, guiados por Él podamos soportar y vencer todos los obstáculos que nos salen al paso en nuestro camino.

Ven Espíritu Santo y llena nuestros corazones de luz y de fortaleza, para que nuestra unión con el Señor sea constante y perseverante. Auxílianos y asístenos en todo momento, sobre todo en los momentos más débiles de nuestro camino. Sostennos siempre expectante y despierto en tomar conciencia de Dios y de vivir cada día como el último de nuestra vida, como si fuera ese día el que Tú has elegido para venir de nuevo.

Gracias, Señor, por avisarnos de forma muy reiterada e insistente. Gracias, Señor, por ese amor que nos demuestra. Gracias, Señor, porque, sabemos de tu Misericordia, y, abandonados en ella, confiamos que el día de tu venida nos encontremos preparados para recibirte. Amén. 

sábado, 2 de diciembre de 2017

VIGILAR Y ORAR

No hay otro antídoto mejor que orar y vigilar. Porque, de esa forma, mantenemos y sostenemos nuestra fe y nuestra esperanza en el Señor. Es la oración el arma que nos mantiene vigilantes y nos fortalece para perseverar y sostenernos fieles a la Voluntad del Padre. Y no podremos bajar los brazos, porque en donde menos lo esperamos surge la tentación y el peligro.

Tomar conciencia de nuestra debilidad es darnos cuenta que sin el Señor no podemos hacer nada. Y, para permanecer en el Señor necesitamos estar unido y cerca de Él. Eso nos ayudará a conocerlo cada día un poco más. La lectura del Evangelio de cada día y la oración, junto a la reflexión sobre lo que me dice esa lectura, me dará capacidad de discernir y de sostenerme fiel. No perdamos de vista que tenemos un aliado infalible y que nos asiste y nos da sabiduría. Es el Espíritu Santo, que nos aclara esas lecturas de cada día y nos va revelando la Voluntad del Padre.

Nos lo dijo el Señor muy claramente en el momento de su Ascensión: Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Dónde vas?" Sino que por haberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy... -Jn 16, 5-11-.

Igual que un deportista no puede dejar sus ejercicios y preparación, así nosotros tenemos que estar unidos al Señor. Nuestra perseverancia se apoya en el contacto, por la oración, con el Señor, pero también con los hermanos. La comunidad es la guarida donde nos fortalecemos para, saliendo al exterior, soportar las inclemencias del tiempo y los peligros que nos acechan. En ella tomamos fuerzas y nos fortalecemos y también nos renovamos en la presencia del Espíritu Santo.

Los misioneros nos dan testimonio de todo esto que reflexionamos. Ellos han abandonado el mundo para darse, en lugares inhóspitos y de persecución, a los pobres, marginados, excluidos y perseguidos. Pidamos la Gracia del Padre para, revestidos de su Fuerza, resistir todas estas tentaciones y peligros. Amén.

viernes, 1 de diciembre de 2017

NO LO NIEGO, SEÑOR, SÉ QUE UN DÍA ESTARÉ DELANTE DE TI

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS.


Mi vida transcurre entre luces y sombras y cada día es una lucha por aminorar las sombras y dejar sólo la luz. Y, experimento, se hace pesado. Hay momentos que te llenas de optimismo, alegría y fortaleza, y otros que experimentas que la cruz de tu propia vida te pesa demasiado. 

Pero, entre esta lucha de tristezas, enfermedades, trabajos y también alegrías, Tú, Señor, ocupas el centro de mi vida. En Ti descansan todos mis problemas, y a Ti te lo remito. No observo o experimento que tengan rápida solución. Ni siquiera la solución solicitada por mis oraciones, pero, al pararme y reflexionar descubro que estoy vivo y que en muchos momentos de mi vida tu Mano me ha llevado por la solución correcta.

Sí, creo que sin tu presencia me sería imposible seguir mi camino con esperanza y alegría. Son muchos años juntos, aunque yo he estropeado algunos. Hay momentos que afloran algunas lágrimas de emoción y verdadera alegría, y eso me conforta y me anima. Vivo pendiente de Ti, Señor, y consciente de que algún día te conoceré. Y, te digo, que siento miedo. Miedo de no estar a tu derecha el día que te presentes. 

Hoy nos dice que tu Reino está cerca. Y yo lo creo, porque mis años está llegando a su recorrido final. Para mí estará muy cerca. No sé cuando llegarás Tú, mi Señor, pero confío en tu Infinita Misericordia y espero que me perdones todos mis pecados. Te lo suplico con toda mi alma. Pero, no quiero quedarme quieto. Quiero estar atento y dar todo lo que me resta dar, hasta el último segundo de mi vida. Me pongo en tus Manos, Señor y confío plenamente en tu Palabra.

Espero tu venida, al igual que cada año se renueva la vida y las estaciones. Y sabemos que están cerca por los signos que presentan. Tú nos dices hoy que Tú Reino esta cerca y sólo te pido Señor que no permitas que me distraiga ni me deje llevar por la corriente de este mundo pervertido y condenado a no quedar pierda sobre piedra. Sé, Señor, que un día no muy lejano estaré en tu presencia, y quiero, Señor, prepararme para acudir a tu llamada. Amén.