Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 22 de febrero de 2018

ELEGIDO PARA SERVIR

Resultado de imagen de Mt 16,13-19
El Primado de Pedro está apoyado en el servicio que Jesús le otorga para que, como continuador de su Misión, sirva a los demás y los conserve unidos. Así lo hizo Jesús y así pedía al Padre, -Jn 17, 21-.No es una elección de poder ni de privilegio, sino una elección para servir y unir en el amor. Pedro, asistido por el Espíritu Santo, gobierna la Iglesia por los siglos de los siglos. Es él el Pastor que representa al Señor y al que le ha sido encomendada su Iglesia. 

Sin interrupción, desde Pedro han sucedido hasta nuestros días los que han tomado el testigo de Pedro. Y ha sido el Espíritu Santo quien ha ido auxiliando y dirigiendo a la Iglesia. Hoy tenemos al Papa Francisco, sucesor directo de Pedro, que dirige la Iglesia y nos mantiene unidos en obediencia, paz y amor. Eso no está en contradicción con las diferencias y enfrentamientos de pensamientos internos y externos en el seno de la Iglesia. El camino siempre representa lucha y diferencias. En ellas se encuentra luz y verdad.

Es el pueblo que camina, liberado de Egipto, y que en momentos se pierde, se contamina, se rebela y se confunde. Es el pueblo que también se purifica, se limpia, se encuentra y se somete a la Palabra de Dios. La Iglesia sufre el dolor de sus hijos y la lucha interna entre ellos. Por eso, la figura del Papa representa la unidad, la obediencia y la Mano del Espíritu que, asistido divinamente, lleva a la Iglesia por los caminos que la Voluntad de Dios señala y marca.

El Papa ha sido elegido para servir. Es el primer servidor de la Iglesia y llamado a dar su vida por ella. Es la piedra donde Jesús quiso apoyar la continuidad de su obra: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos». Recemos todos por el Papa. Amén.

miércoles, 21 de febrero de 2018

EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN

Resultado de imagen de Lc 11,29-32 Ninive
Líbranos del mal porque somos carne de presa para el diablo. Se aprovecha de la confusión y de las tinieblas en las que nos envuelve este mundo para confundirnos y para que exijamos y pidamos pruebas, demostraciones  y señales de conversión. No nos fiamos de Jesús y le pedimos signos y señales.

Realmente somos una generación malvada que no atendemos a la Palabra de Jesús y que vendemos nuestra fe por señales o signos que nos convenzan. ¿Acaso necesitamos fe si todo nos lo ponen claro? La fe es una apuesta de confianza y conlleva riesgo. Es una aventura que supone un camino y un proceso. Es nuestro mérito, ponernos en Manos del Señor. Es un regalo que el Señor nos da en la medida que nosotros, al ser libres, nos lo ganamos confiando en Él.

Aumenta nuestra fe, Señor, para que, como aquellos habitantes de Ninive creyeron en Jonás, nosotros ahora creamos en tu Palabra por el testimonio de los apóstoles y, sobre todo, por la buena Noticia que Jesús, tu Hijo predilecto, nos ha revelado en su Mensaje y con su Muerte y Resurrección. Danos la sabiduría de poner toda nuestra confianza en la Palabra del Evangelio y el testimonio de la Madre Iglesia, que nos invitan a creer en el Señor y a seguirle con fidelidad y perseverancia.

Sabemos que el mundo nos lo pone difícil y las seducciones con las que nos tientan nos amenazan y debilitan nuestra fe. El camino se hace duro y el desierto de nuestra vida nos apaga la esperanza de encontrar luz que nos alumbre el camino. Nos perdemos si nos alejamos de Ti, Señor, por eso te pedimos que nos fortalezca nuestra fe y nos sostenga perseverante, a pesar de los peligros, en tu presencia y fidelidad.

Queremos seguir adelante, a pesar de experimentarnos heridos, fracasados, pecadores e indignos de ser tus hijos, pero queremos Señor cargar con nuestra cruces para que, siguiendo a tu Hijo podamos compartir con Él nuestra humilde cruz, que en Él nos libera y nos salva.  Danos esa fortaleza en la fe para que, por encima de toda amenaza, seamos capaces de seguir adelante. Amén.

martes, 20 de febrero de 2018

DIFICULTAD EN LA ORACIÓN

Resultado de imagen de Mt 6,7-15
La dificultad en la oración, a mi manera de ver, estriba en nuestros propios razonamientos y en la manera de descubrir lo que realmente necesitamos. Con frecuencia pedimos lo que nos gusta y lo que le apetece a nuestros sentidos y pasiones. No queremos prescindir de nada que nos guste o interese, porque eso nos hace sufrir y nos produce dolor. Pero, ¿será eso lo que nos viene bien y nos conviene para crecer en madurez, perfección y amor?

En muchas ocasiones, por no decir casi siempre, imagino que nuestros gustos no son los del Señor. Y, por consiguiente, nuestras oraciones y peticiones irán encaminada en otra dirección a lo que el Señor ve que nos hace falta y nos conviene. Quizás rebuscamos oraciones y enredos de palabras que hasta a nosotros mismos nos cuesta entender y nos perdemos sin saber ni que decimos. Mejor es ponernos en Manos del Señor, que sabe lo que nos hace falta y conviene, y seguir su consejo.

El Padrenuestro es la oración por excelencia, porque en ella pedimos todo lo necesario y lo que realmente nos conviene. Estamos necesitados de muchas cosas, el pan de cada día, pero no de tantas que nos pueden sentar mal. Simplemente, lo que necesitamos. Ni más ni menos, porque demasiado nos sobra y nos puede perjudicar. A veces la abundancia nos desespera y nos despierta pasiones y sentimientos egoístas, y hasta nos enfrenta a unos con otros. Danos, Señor, mesura, equilibrio y paz.

Es sabido, y también experimentado por todos, la dificultad del perdón. Nos cuesta mucho perdonar. Pues bien, nuestra segunda petición es pedirle fortaleza, sabiduría, paciencia y capacidad para perdonar. Perdonar, sobre todo, a nuestros enemigos. Esta es una asignatura que siempre tendremos en deuda, y necesitamos pedírselo al Señor para que con su Fuerza podamos vencernos y perdonar.

Y, por último, le pedimos que nos saque del peligro, de ese peligro que siempre nos rodea, tanto en la propia familia, como en el ámbito laboral como social. Líbranos, Señor, del mal y darnos esa sabiduría, serenidad y paz para sostenernos siempre fiel a tu Palabra y en tu presencia. Amén.