Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 4 de mayo de 2019

SUBE, SEÑOR, A LA BARCA DE MI VIDA

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No quiero navegar solo, pues, por mi condición humana me siento incapaz a doblegar los elementos y las tentaciones que el mundo me presentan. Hay muchas tempestades en la navegación de la barca de mi vida y sé que, de enfrentarme yo solo, será víctima y reo de muerte. Sólo junto a Ti, Señor, tendré segura mi victoria, porque Tú puedes contra el mundo.

Necesito, Señor, no un buen timonel, sino el mejor. Necesito un patrón que sepa sortear todos los peligros que el mar embravecido de este mundo me presenta. Un mar dispuesto a tragarme y a hundirme en el abismo de mis concupiscencia, egoísmos y pecados del que, sólo Tú, Señor, puedes liberarme. Por eso, recurro a Ti, mi Señor, humildemente y esperanzado en tu Misericordia.

Sólo Tú, Señor, estás dotado y capacitado para dirigir mi barca y llevarla a buen puerto. Sólo Tú puedes orientarla hacia ese puerto que anhela mi corazón. Por eso, Señor, te entrego el timón de mi vida y la barca de todo mi ser, para que seas Tú el gran timonel que traces su rumbo y la dirijas hacia aguas tranquilas y mansas que llenen sus redes de gozo y paz eterna.

De eso, Señor, quiero llenar las redes de mi vida, del fruto de mi trabajo y perseverancia siguiendo tus mandatos y tus ordenes. Y confiando en hacer lo que Tú me ordenes, hasta el punto de echar mis redes a la derecha para llenarlas de buenos peces. Guía, Señor, la barca de mi vida, porque sin Ti quedaría a la deriva de este inmenso mar y a merced de sus tempestades y oleaje.

Sube, Señor, a mi barca y ponle sentido al rumbo de mi navegación para que, sorteando las grandes tempestades de mi vida, pueda siempre levantar mi vista y seguir tus pasos sin desfallecer ni abatirme por los fuertes vientos que amenazan con apartarme de Ti. Fortalece, Señor, mi voluntad y acrecienta mi fe para que, confiado y esperanzado en Ti mantenga firme mi entrega y deje mi vida en tus Manos. Amén.Oraci

viernes, 3 de mayo de 2019

¿A DÓNDE VAS? ¿SABES Y CONOCES TU CAMINO?

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Todos debemos de tener una hoja de ruta en nuestra mente y definida en nuestro corazón. No en vano, nuestro Padre Dios nos ha dejado bien gravado en nuestro corazón la huella de nuestro destino y la ruta de nuestro camino - Jr, 31, 31-33 -. Y, para evitar equívocos y confusión, ha enviado a su Hijo para señalarnos el camino claramente. Él es el Camino, la Verdad y la Vida, y conviene tenerlo muy claro para evitar perdernos en las aguas pantanosas de este mundo; en las trampas seductoras activadas por el demonio y las apetencias naturales nacidas del pecado dentro de nosotros mismos.

Sólo en Él podemos ir sorteando todos esos obstáculos que nos llevan al pecado y a emborrarnos su verdadero rostro. Sólo en Él podemos tener claro el Camino a seguir con la esperanza de estar siempre franqueados por la Verdad y sostenernos en la esperanza de la Vida. Y es que cuando se tiene el norte claro encontramos la fortaleza necesaria para superar y vencer todos los obstáculos que se nos van presentando.

No perdamos nunca la meta de nuestro camino. Es el Señor quien nos alumbra y nos guía y quien sostiene nuestros pasos. Unidos a Él y con la mirada fija en Él iremos construyendo la vivencia de nuestra vida en y desde Él. Pero, eso nos exigirá renuncias, sacrificios y lucha en cada momento de nuestra existencia. Nunca será fácil, porque será una lucha sin cuartel y en la que nosotros tenemos mucho que decir y poner. 

Porque, si es verdad que todo nos viene del Señor y todo es por su Gracia, Él ha querido que nosotros colaboremos y nos ha creado libres para poder decidir. Y esa decisión está en nuestras manos. Podemos abrirnos o cerrarnos a su Gracia y, en esa medida, podemos vencer o ser vencidos. Porque, mundo - demonio y carne nos pueden y, enfrentados por nuestra cuenta, siempre seremos vencidos.

Te necesitamos Señor, y dejarnos llevar y dirigir por el Espíritu Santo, para que con su auxilio, su fortaleza y su asistencia levantar una muralla ante el mal e impedir que nos alejen de Ti. Danos, Señor, esa sabiduría para saber siempre discernir y optar por seguir tus pasos, pues sólo Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

jueves, 2 de mayo de 2019

MUNDO - DEMONIO - CARNE


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El mundo es el lugar escogido para nuestra salvación. No podemos irnos de él, porque es en él donde tenemos que salvarnos. Pero, sí tenemos que tener muy en cuenta que es un lugar de mucho peligro y que va a estar intentando seducirnos, auspiciado por el príncipe del mundo, el demonio, para rendirnos a sus encantos y ofertas seductoras. Nuestra naturaleza - carne - es débil y juega un papel muy importante que el demonio sabe aprovechar muy bien.

Por lo tanto, nuestra mirada tiene que estar alta, mirando a lo alto, porque es de lo alto de donde nos viene la salvación. No podemos bajarla ni por un instante, pues de hacerlo corremos el peligro de no poder levantarla de nuevo. Somos débiles y, el demonio, puede hacernos creer que somos fuertes y, confiados en ello, quedar presos en sus garras. Levantemos, pues, la mirada y pongámonos en Manos del Señor.

Creamos en la Palabra de Dios revelada por su Hijo Jesús, que encarnado en naturaleza humana como nosotros, nos señala el camino por donde tenemos que andar para encontrar nuestra salvación. El mundo es ese lugar por el que peregrinamos al Padre y es en el mundo donde nos tenemos que purificar y trabajar nuestra salvación. No estamos solos, tenemos la Palabra de Dios y, sobre todo, la acción del Espíritu Santo, que enviado por el Padre nos acompaña en nuestra lucha de cada día contra esos peligros ya señalados.

No tengamos miedo, porque no estamos solos. Confiemos en nuestro Padre Dios que nos ha entregado a su Hijo, para que con su Muerte y Resurrección, haga ganado para nosotros la oportunidad de salvarnos si creemos en Él. Por eso, abramos nuestros corazones a su Gracia y pongamos toda nuestra confianza en sus Manos. Confesemos nuestra fe y creamos en Él. 

Sí, Padre, creemos en Ti porque nos fiamos de tu Hijo, el que Tú has enviado y has declarado y anunciado como el amado, el predilecto. Él nos ha revelado tu Rostro y nos ha señalado el camino a seguir para reunirnos contigo. Y nosotros queremos seguirle y obedecer sus mandatos. Danos la Gracia, la Fortaleza y Sabiduría para lograrlo. Amén.