Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 14 de agosto de 2019

ENSÉÑAME, SEÑOR, A ORAR

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Nos has recomendado, Señor, el Padrenuestro, y nos has enseñado a rezarlo. Pero, mi experiencia me interpela y me sugiere que no debo rezarlo como una oración más del día y dentro de un cumplimiento piadoso y sistemático de cada día, sino como una oración vivida y prolongada en el tiempo de cada día donde esas palabra,s que me has enseñado, se vaya vivenciando en cada instante de mi vida.

Dame, Señor, esa capacidad vivencial de hacer de cada momento de mi vida que tus Palabras se hagan vida en mi vida. Dame, Señor, la sabiduría para que mis palabras se conviertan en una plegaria y súplica al Padre de petición por mis necesidades, tanto materiales como espirituales. Dame, Señor, la fortaleza de abrir mi corazón a tu Reino y no al que yo me voy construyendo desde mis apetencias y egoísmos. Dame, Señor, la sabiduría de convencerme y aceptar tu invitación a pedir por mis necesidades, porque, si me has invitado es porque quieres escucharme y auxiliarme. De no ser así sería, Señor, un falso e hipócrita.

Luego, ¿por qué me cuesta tanto convencerme y creerte Señor? Dame, Señor la fe que tanto necesito y fortalece mi espíritu débil y seducido por las cosas de este mundo. Dame, Señor, la perseverancia y paciencia de aguardarte y esperar tus respuestas pacientemente, sin desfallecer y sin abandonar. Dame también, Señor, la luz para injertado en la comunidad rezar junto a otros hermanos aprovechando así, porque Tú nos lo has prometido, tu Palabra de que estás presente entre nosotros, y pedirte, cara a cara, por todas nuestras carencias y necesidades que Tú conoces mejor que cada uno de nosotros.

Enséñanos, Señor, a rezar, que no es otra cosa que creer en tu Palabra y confiar en Ti. Enséñanos, como si de niños se trata, a dejarnos llevar por tus consejos, por tus advertencias de cada día en las Palabras de tu Evangelio y por la acción del Espíritu Santo que nos guía y auxilia. Amén.

martes, 13 de agosto de 2019

Martes, XIX semana del Tiempo Ordinario

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Himno
Señor, el día empieza. Como siempre,
postrados a tus pies, la luz del día
queremos esperar.
Eres la fuerza
que tenemos los débiles, nosotros.

Padre nuestro,
que en los cielos estás, haz a los hombres
iguales: que ninguno se avergüence
de los demás; que todos al que gime
den consuelo; que todos, al que sufre
del hambre la tortura, le regalen
 
en rica mesa de manteles blancos
con blanco pan y generoso vino;
que no luchen jamás; que nunca emerjan,
entre las áureas mieses de la historia,
sangrientas amapolas, las batallas.
 

Luz, Señor, que ilumine las campiñas
y las ciudades; que a los hombres todos,
en sus destellos mágicos, envuelva
luz inmortal; Señor, luz de los cielos,
fuente de amor y causa de la vida.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Amén.

lunes, 12 de agosto de 2019

SALMO 83: AÑORANZA DEL TEMPLO

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Ant: Dichosos los que viven en tu casa, Señor.
Aquí no tenemos ciudad permanente, sino que andamos en busca de la futura (Hb 13,14)
¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío.

Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
al preparar su peregrinación:

Cuando atraviesan áridos valles,
los convierten en oasis,
como si la lluvia temprana
los cubriera de bendiciones;
caminan de baluarte en baluarte
hasta ver a Dios en Sión.

Señor de los ejércitos, escucha mi súplica;
atiéndeme, Dios de Jacob.
Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido.

Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados.

Porque el Señor es sol y escudo,
él da la gracia y la gloria;
el Señor no niega sus bienes
a los de conducta intachable.

¡Señor de los ejércitos, dichoso el hombre
que confía en ti!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Dichosos los que viven en tu casa, Señor.