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viernes, 31 de marzo de 2023

DAME, SEÑOR, UN CORAZÓN GRANDE COMO EL TUYO PARA SERVIR Y AMAR

*ORACION: UN CORAZÓN ASI*

Señor, para poder servirte mejor dame un noble corazón. Un corazón fuerte para aspirar por los altos ideales y no por opciones mediocres. 

Un corazón generoso en el trabajo, viendo en él no una imposición sino una misión que me confías. 

Un corazón grande en el sufrimiento, siendo valiente soldado ante mi propia cruz y sensible cireneo para la cruz de los demás.

Un corazón grande con los hombres, leal y atento para con todos  pero especialmente servicial y delicado a los pequeños y humildes

Un corazón grande para con el mundo, siendo comprensivo con sus fragilidades pero inmune a sus máximas y seducciones. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.

jueves, 30 de marzo de 2023

SEÑOR, CUIDA MI VIDA Y ABRELA AL AMOR GRATUITO COMO SERVICIO

*ORACIÓN: Trabaja mi vida.*

Tú, Dios, que amas y recreas la vida y cuidas de los pequeños brotes con ternura, que siempre permaneces en vela para acogernos, regarnos y abrirnos, mira los espacios muertos de mi corazón que todavía rehúsa darte refugio y entrada.

Empieza a levantar las capas de resistencia con las que me cubro y aíslo cuando te acercas. 

Abre una a una esas zonas de mi vida donde rechazo ser sorprendido; esos ámbitos de mi ser cerrados a toda novedad y encuentro; esos parajes de mis entrañas estériles a todo crecimiento; esos rincones de mi persona temerosos de la luz y los gritos; esos aspectos de mi espíritu donde mi seguridad pelea con tu verdad. Amén.

miércoles, 29 de marzo de 2023

ABRE, SEÑOR, MIS OIDOS PARA ESCUCHAR TU PALABRA

*ORACION: ESCUCHAR Y DISCERNIR*

Tú que rezaste al Padre en la noche, antes de elegir a los apóstoles, ¡guíame en mis decisiones! enséñame a hacer silencio y a escuchar.

Háblame, Señor, con tu infinita dulzura, incluso si no puedo escuchar tus palabras. Sigue hablándome, hasta que se abran mis oídos y mi corazón.

Enséñame a escucharte, en cada estremecimiento del corazón, en un pensamiento repentino, en la voz de un amigo, un hermano, un extraño.

Te doy gracias, Jesús, porque en cada acontecimiento y en cada persona me indicas la dirección de la felicidad más grande, el camino en el que podré amar más y mejor. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.