Al comienzo de este dia silencio mi mente y abro mi corazón al Espíritu Santo, Señor y dador de vida. Acojo su presencia: todo lo inunda, todo lo sabe, todo lo renueva. Espíritu Santo, te necesitamos. Ven. Ponnos en silencio para que Dios pueda hablarnos. Ayúdanos a comprender la ciencia sabrosa de la Palabra, que es Jesús.
«Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Qué gozo poder decirte cada día: «Tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero!». Enséñame a esperar siempre la victoria de tu amor. Amén.