Padre, me pongo delante de Tí con todo lo que soy. Abrázame, ilumíname, guíame.
Quiero, deseo y es mi determinación, entregarme al servicio y alabanza de tu Reino para hacerlo crecer.
Quiero asumir las consecuencias que me puedan traer.
Por eso te ofrezco mi confusión, mi miedo, mi cansancio, mi dolor, sabiendo que solo Tú podrás transformarlos. Aquí estoy. Confío en Tí.
(Blanca Pinedo)
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina
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