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miércoles, 8 de febrero de 2012

…¡HEY!!… Maestro Paráclito… te necesito… Corre… ¡Auxilio!!...Ayúdame por favor…

El alma de oración necesita estar unido, muy unido al Espíritu Santo. Necesita urgentemente de su presencia, de su asistencia, de su poder, de su amistad.  ¿Pero solamente el alma de oración? No, claro que no. Todo buen cristiano para poder cumplir cabalmente tanto con su responsabilidades y compromisos del diario vivir, como también con el buen cultivo de su vida espiritual necesita gozar y cultivar la amistad con el Divino Paráclito.
¡Qué diferente somos cuando contamos con el Espíritu Santo para todo! ¡Qué gran diferencia es nuestra oración cuando está presente el Espíritu Santo asistiéndonos con su ayuda, con su inspiración!!
No hay oración más segura, de más fruto que la oración unida al Espíritu Santo.  La alma crece, el alma se goza, el alma toma dimensiones insospechadas en el amor, en el servicio, en la virtud.
 Es tan fácil cultivar la amistad con el Espíritu Santo. Basta llamarlo, e invocarlo con sencillez, con simplicidad, con ternura, con convicción.
Lo primero que debes de hacer al abrir tus ojos en la mañana es invocar al Espíritu Santo con todo el corazon. Luego tus oraciones de gratitud al Padre Dios por permitir un día mas de vida.  Mientras vas aseándote vas presentándole al Espíritu Santo toda tu agenda del día y pidiéndoles la ayuda necesaria, la luz para hacer todo al gusto divino. El amor que necesitas vivir en todo momento debes de pedirle al Espíritu Santo colme tus obras, tus palabras, todo tu ser con un derroche tierno y sensible de tu corazon derramándose en todo y en todos.
Vas a tener una cita… primero llama por el teléfono espiritual al Espíritu Santo y pídele este en medio de ustedes… Pídele ayuda… Háblale si miedo… como el amigo y confidente que es.
Personalmente me gusta tratarlo como amigo intimo, que conoce todo de mi, y que siempre está a mi lado para ayudarme. Y claro que vive dentro de mi… porque mi cuerpo es su templo vivo en todo momento.  Y ahí está lo mejor. Tenemos al Espíritu Santo en nosotros. Solo hay que cerrar los ojos, entrar en el aposento interior y llamarlo… El pronto esta para contestar.
Tienes un examen importantísimo invoca la ayuda y la luz del Espíritu Santo. Hay una persona que te proporciona dolor de cabeza en la oficina, en la fábrica, en el trabajo… invoca al Espíritu Santo y entrégale ese momento, ese disgusto, esa persona… Veras la diferencia tan notable en ti… en esa persona.

No te quedes sólo en las palabras, experimentalo, llevalo a tu vida. Notarás su efecto. Recuerda que fue una promesa de JESÚS, y ÉL siempre la cumple.

3 comentarios:

  1. Gracias por recordarnos las maravillas del Espíritu Santo. Mi mamá desde pequeños, nos hablaba mucho de él y ya en mi vida adulta, y despues de un retiro de Vida en el Espíritu pude retomar su importancia en mi vida. ¡Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles!

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  2. Es nuestro maestro y nuestro guía, Arelis. Mañana y pasado seguiremos en oración y reflexión hablando de ÉL.

    En toda reunión trato de empezar invocándolo, pues, tomando la palabra del padre Fortea, el más famoso exorcista español, que dice: si invocamos al diablo, viene, pues, ¿no va a venir a asistirnos y protegernos el ESPÍRITU SANTO?

    Te envío el enlace por si te interesa leerlo y ver el vídeo:
    http://yosoycreyentecatolico.blogspot.com/2011/06/el-espiritu-santo-nos-asiste.html

    Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

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