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miércoles, 23 de mayo de 2012

SEÑOR, CUENTAME ENTRE LOS TUYOS

Tenme piedad, Señor, porque me acosan, me persiguen y...

Porque yo quiero ser de tus elegidos, porque yo quiero seguirte, porque yo quiero ponerme en tu súplica al Padre para ser cuidado por Él. No me dejes, Jesús, fuera de los recomendados a tu Padre del Cielo.

Porque estoy cansado de buscar la felicidad en este mundo sin sentido, caduco y perdido. Porque fuera de Ti, Señor Jesús, no hay gozo ni eternidad. Por eso quiero y te suplico que me tengas en cuenta y me recomiendes a tu Padre Bueno ahora que te vas. Sin tus cuidados me perdería y no sabría qué hacer.

Sé que el camino no es fácil. Como Jesús fue y es odiado, yo también tendré que serlo. Percibo que para llegar a la Pascua, antes tendré que pasar, como lo hizo Él, por la Pasión. Antes del domingo está el jueves, el amor, y el viernes, la Pasión, y entonces quedará despejado y limpio el paso hacia la verdadera felicidad: La Pascua de Resurrección.

Por eso quiero dejarme cuidar por los cuidados del Padre, y ponerme a disposición del Espíritu Santo, para en el camino hacia la Casa del Padre poder vencer al mundo que me persigue y tienta. Como Tú, Señor, no somos del mundo, pero nos salvamos en él, y eso solo lo podremos lograr con la ayuda y asistencia del Espíritu Santo. Amén.

1 comentario:

  1. Porque fuera de Ti, Señor Jesús, no hay gozo ni eternidad. Señor ayudame a confiar en ti, y aprender a olvidarme de mi, gracias muchas gracias.

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Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.