Páginas

Páginas

sábado, 30 de junio de 2012

¡SEÑOR, TODAVÍA NO LLEGO A TANTO!

No necesitamos tener una gran fe, sino fe en un gran Dios

Mi fe no es tan fuerte como la del centurión. ¡Todavía no llego a tanto! Me parezco más a Pedro en los primeros años de su relación contigo, Señor. Seguramente te hubiese negado como él, y también, lo más probable, me hubiese hundido en las aguas como él.

Me fe es así todavía. La de Pedro creció, es tu sucesor y uno de los pilares fundamentales, junto con Pablo, ayer celebramos su día, de tu Iglesia. A través de ellos hemos podido subir a tu Barca, Señor, y queremos, como ellos, navegar a tu lado.

Quiero pedirte que aumentes mi fe, Dios mío, la necesito para cruzar las tempestades de esta époco que me ha tocado vivir. Hay mucha confusión, incluso dentro de tu Iglesia. Muchos de tus sacerdotes y obispos están desertando, o dando mal ejemplo, y a veces cunde el miedo.

Yo sé, Señor, como el centurión, que Tú puedes curarnos, que no hace falta que vengas a cada uno de nosotros. Solo con quererlo y decirlo, basta. Pero necesito que aumentes mi fe, que me ayudes a ponerla sobre una roca maciza, de esas que supera toda tormenta y tempestad.

Eso te pido, Señor, y eso, solamente eso espero, llegar a tener una fe como el centurión. Amén.

1 comentario:

  1. Señor te pedimos ilumina nuestra fe acrecientala estamos muy dispersos con las cosas del mundo te pedimos por la convertsion de todos tus hijos conducenos por tus caminos de santidad amen!!

    ResponderEliminar

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.