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martes, 3 de julio de 2012

PLEGARIA DIARÍA A NUESTRO SEÑOR SACRAMENTADO




Señor: Tengo ansias de seguirte: alárgame tu mano y no me dejes.


Señor: Estoy triste y huérfano: déjame inclinar mis sienes en tu Corazón divino.


Señor: No se hablar contigo, enséñame a orar y pon un poco de miel en mi oración para no dejarla.


Señor: El camino de mi vida está sembrado de espinas, enséñame a caminar con valor y paciencia.


Señor: No tengo amigos que me acompañen, deja que yo te llame  mi amigo.


Señor: Soy un gran pecador: dame un arrepentimiento sincero y el ósculo de paz.


Señor: Tengo miedo de perder mi alma: aprisiónala en tu Corazón amante.


Señor: Tengo parientes y amigos que están pobres y necesitados de tu gracia, dame para ellos una limosna.


Señor: Tengo compasión de las almas del purgatorio, dame también para ellas un consuelo.


Señor: Dame hospedaje en tu casa para que seas Tú mi hermano, tu Madre la mía y San José mi padre.


Adiós, Señor, mañana volveré a importunarte y seguiré hasta que me abras las puertas del cielo para gozarte y amarte eternamente.


 ANÓNIMO




Desde la Soledad del Sagrario



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