Páginas

Páginas

jueves, 16 de agosto de 2012

ME GUSTA SER PERDONADO, DIOS MÍO,

 - Si yo no perdono, tampoco el Padre me perdonará a

pero me cuesta mucho perdonar. Y sé que de la misma forma que Tú me perdonas, yo tengo que perdonar a aquellos que me la hacen, que me perjudican o me ofenden. ¿Cómo poder hacerlo Señor sin tu concurso?

Porque mi experiencia me certifica que me ha costado mucho perdonar. También me cuesta pedir y aceptar ser perdonado, pero me es más fácil que darlo yo. Supongo que si no estoy dispuesto a perdonar será porque tengo poco amor.

Pienso que una madre es capaz de perdonar todo a su hijo porque le ama sin condiciones, y cuando no está dispuesta a hacerlo es porque falla el amor. Por eso, Señor, te pido que me des la fuerza de ser capaz de poder hacerlo. Necesito tu Gracia y tu fuerza para atreverme a doblegar mi orgullo y mi egoísmo, y ser capaz de abajarme hasta ser humillado y capaz de perdonar como aceptar ser perdonado.

Y eso solo lo puedo hacer cuando soy capaz de amar. Transforma, Señor, mi pobre y pequeño corazón en un corazón agradecido, generoso y lleno de compasión, capaz de ser fuente de perdón en la misma medida que soy perdonado por Ti. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.