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domingo, 26 de agosto de 2012

SEÑOR, SIN PALABRAS, LO QUE TÚ DIGAS.

fosmicapuchinos.blogspot.com
 - Quiero seguirte, Señor, liberado de mis falsas seguridades, Quiero...


No quiero cuestionarme nada de lo que tu digas porque hay algo que realmente lo tengo muy claro. Lejos de pensar que me anulas esa libertad que me has dado, siguiendo tu plan, a pesar de ser tan extraño para mí, sé que es el mejor y lo que más me conviene.

Tu proyecto es el mejor y el que yo también deseo aunque no lo sepa buscar. Estoy limitado, inclinado a perder el verdadero rumbo creyendo que encuentro el mejor. Y en ese sentido me cuesta aceptar lo que Tú me propones y me resisto a desapegarme de mis propios planes.

Como aquel joven rico, no quiero vender mis riquezas. Mis riquezas intelectuales, mis proyectos, mis planes, mis criterios. Quizás las materiales no tienen tantas dificultades, o dicho de otro modo, pensando como Tú, los bienes materiales no cuestan tanto dejarlo...

Pero a pesar de estar contigo, mis pensamientos siempre son mis pensamientos y me cuesta someterlos a los Tuyos. Son mis planes y venderlos, dejarlos y entregarlos para el servicio y bien de los demás, sobre todo aquellos que nada tienen ni nada te pueden devolver, cuesta mucho. Cuesta tanto hasta el punto que sin Ti me parece imposible conseguirlo.

Por eso, Señor, ¿a dónde voy? Me fío de Ti y aunque no entienda muchas cosas sé claramente que lo que Tú me propongas es el mejor tesoro de mi vida. Amén.

 


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