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jueves, 6 de septiembre de 2012

Mi Madre y yo... siempre unidas...


¿La Mater y yo?... Sí, sí...la Mater y  yo…

imagen de la web

La Mater y yo en todas partes… unidísimas… en todo momento, en toda ocasión… en los rezos, en el cultivo de la vida interior,  en los quehaceres, en la comida, entre los pucheros, en la diversión, en la costura, entre los libros, en la Iglesia, escribiendo en la computadora, en las tiendas de compra, en el apostolado, en la visita al enfermo, en el sufrimiento, en la alegría, en las penas y trabajos… siempre, siempre la Mater  y yo.
Por eso TODO lo hago, lo consulto con la Mater… siempre trabajo con la Mater, oro, canto y leo las Sagradas Escrituras con la Mater, sufro con la Mater, rio con la Mater, lloro con la Mater, vivo con la Mater… planifico con la Mater…mi vida es un continuo compartir con mi Madrecita del Cielo… sin ella ¿qué sería de mi?
Siempre trabajando para que sea siempre en: En un mismo corazón, en una misma oración, en un mismo sentimiento, en un mismo ideal, en una misma entrega y donación, en una misma experiencia de caridad… porque mi Madre es mi amiga, mi paño de lágrimas, mi confidente, mi compañera de viaje, mi maestra, mi educadora, mi abogada…, mi puerta abierta para encontrarme con su Hijo adorado,  mi Señor Jesús…con ella TODO lo alcanzo… porque ella me lleva derechito al corazón de Dios…por las huellas de la santidad…al gusto divino… hoy, mañana y siempre.


Desde la Soledad del Sagrario

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