Páginas

Páginas

lunes, 18 de marzo de 2013

AL SOPLO DE TU MISERICORDIA




Señor mío y Dios mío,
Tú que te manifestaste a Elias
en la brisa suave;
Tu que has enviado a tu Hijo,
no para condenar al mundo
sino para salvarlo,
haz que la brisa suave
de tu misericordia,
el Espíritu Santo,
nos mueva a tener misericordia
con los demás
como Tú la has tenido
con nosotros,
para amarnos unos a otros
como Tú nos has amado.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.