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martes, 26 de marzo de 2013

OCULTASTE TU BELLEZA




Tú, Señor, que eres
el más bello de los hombres,
te vemos en tu pasión
sin aspecto atrayente,
sin apariencia humana,
desfigurado por la fealdad del mal
y sufriendo por nosotros.

Pero a la luz de tu promesa
de Salvación
y de la Resurrección,
sabemos que cargaste
con nuestras culpas
y sufrimientos.

Gracias porque tus heridas nos 
han curado.

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