Páginas

Páginas

miércoles, 8 de mayo de 2013

PERDONAME, SEÑOR, MI OSADÍA DE PEDIRTE



¿Qué más necesito? Todo me ha sido dado: la vida y la oportunidad de conservarla eternamente y gozosa. Es verdad que muchos no gozan de buena salud y sufren, pero mantenemos la esperanza que nuestra vida va a ser recompensada en mucho en la segunda venida de nuestro Señor Jesús. Sus Palabras no dejan lugar a duda.

Él no nos ha dejado abandonados, nos promete su asistencia, su intervención, su protección... Y nos envía el Espíritu Santo para que nos fortalezca, para que nos dé ánimo y fuerzas para superar toda adversidad, enfermedad, sufrimientos y perseveremos esperanzados en su confianza. ¡Es el Señor": «Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros».

¡Gracias, Señor, por tanda dicha, por tantos cuidados, por tanto amor salvífico, por tanta delicadeza, por tanta atención, por tanta protección que me da inmensa paz y me permite descansar gozosamente! Y exultante de alegría y de gozo, exclamo. ¿Es que puedo pedir más?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.