Páginas

Páginas

jueves, 13 de junio de 2013

ME SIENTO MAL



Me siento mal, pero no, por eso, estoy desesperado ni derrumbado. Simplemente me siento mal, interpelado e incapaz de reaccionar. Podría expresarlo diciendo que me pesa mucho mi cruz. Se me nubla el horizonte, no veo soluciones ni me decido a actuar. Estoy débil, a punto de ser vencido y abandonar la inquietud que me instiga y atormenta.

Experimento la necesidad de ayuda, ayuda concreta a un hermano caído, sometido al vicio de la droga y vencido por tercera o cuarta vez. Sin horizontes de trabajo, de familia, de superación... sobre todo de poder acompañarlo y estimular su integración fuera de esos ambientes. ¿Qué hacer? ¿Simplemente orar?

Y en esta tribulación, Señor, Tú eres mi bastión, mi apoyo, mi descanso, mi esperanza, mi fortaleza, mi poder, mi voluntad, mi todo... ¿A dónde recurrir? ¿Cómo actuar?

Muéstrame el camino, dame los medios y vacíame de todo lo que no seas Tú para, en tu Amor, poder vencerme y darme. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.