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lunes, 22 de julio de 2013

¡CREO SEÑOR QUE HAS RESUCITADO!



Y eso llena plenamente mi vida, porque le da esperanza y sentido. Sin Ti todo se hace oscuridad y tiniebla, y la vida pierde toda su hermosura y esperanza. Tu Resurrección colma mis ansias de felicidad, porque sin eternidad no hay felicidad. La vida cobra todo su esplendor cuando Tú te haces presente en ella.

Alúmbrame el camino, Señor, de tu Resurrección, para que no deje de seguirlo con paso firme y decidido. Tu presencia fundamenta mi vida, y tu Resurrección la llena de contenido y de sentido. Mis palabras no alcanzan a expresar todo el significado que tu Resurrección significa para la humanidad, y mi vida se mueve muy por debajo de tal alta dignidad.

No entendemos tu sacrificio y tu humillación ante el hombre, tu criatura, hasta el punto de entregarte a una muerte de cruz para salvarlo. Y nuestro pago es poner en duda tu Resurrección. Por eso, Señor, hoy quiero manifestarte mi adhesión y me fe en proclamar a los cuatro vientos que creo firmemente en que has Resucitado y Vives entre nosotros.

Danos Señor, te lo suplicamos, el aliento y las fuerzas de vivir en tu Palabra y en tu Amor.

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