Páginas

Páginas

martes, 6 de agosto de 2013

¡SEÑOR, FORTALECE MI CAMINO!








Se me nubla la mente y todo se hace oscuridad. Me fallan mis fuerzas y mis dudas se transforman en obstáculos que me impiden avanzar. ¡Necesito verte, Señor!, y reforzar mi confianza y fe en Ti. Necesito ver tu Luz y tu Resurrección, y recibir tu aliento que me fortalezca en el camino.

Hoy, apoyo mi confianza en el testimonio de esos tres apóstoles elegidos para subir contigo al Tabor. ¡Cuanto me hubiese gustado ser uno de ellos! ¡Que dicha haberte contemplado en toda tu Gloria! ¡Que emoción oír la voz del Padre señalándote como su Hijo amado y exhortándonos a escucharte!

Recobro fuerzas, recibo tu aliento y fortalezco mi camino. La subida es una delicia, pero hay que volver a bajar y el camino vuelve a ser duro, fatigado y cruz. Pero, ahora recuerdo que Tú no te has ido, que estás conmigo y me acompañas en el camino. Gracias Señor por tu aliento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.