Páginas

Páginas

lunes, 2 de septiembre de 2013

¡SEÑOR, QUIERO ESTAR ENTRE LOS TUYOS!



Señor, quiero estar entre los tuyos, y sé que para ello tengo que sentir necesidad de Ti. Y esa necesidad pasa por despojarme de todo aquello que me promete, bajo apariencias, felicidad y vida fácil y placentera. Entre otras cosas porque lo bueno cuesta conseguirlo y obtenerlo de forma fácil no es buena señal.

Quiero experimentar la pobreza de todas mis apetencias y el vacío de todos mis gozos efímeros y caducos. Porque sólo en Ti, Señor, puedo conseguir esa fuente de felicidad que salta hasta la vida eterna. Quiero fiarme de Ti y pedirte la liberación de mis esclavitudes, porque sólo en Ti puedo alcanzar la libertad de liberarme de todo aquello que me esclaviza.

Quiero también confiar en tus promesas y aceptar tu humanidad y tu condición de vecino de Nazaret, hijo de José y de no exigirte que me lo demuestres. Me basta tus Palabras y me fío de tus hechos y de lo que dicen otros que has hecho en otros lugares.

Quiero seguirte Señor y te pido que me lleves contigo. Transforma mi corazón apegado a la razón y a las cosas de este mundo para que, liberado, pueda seguirte y llevar el ritmo de tus pasos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.