Páginas

Páginas

lunes, 31 de marzo de 2014

MUÉVEME SEÑOR PARA BUSCARTE Y AMARTE



No tengo otra alternativa sino la de buscarte. Empiezo a sufrir por aquellos amigos que, estando seriamente enfermos, pasas inadvertidos entre ellos. No les mueve la necesidad de curación tu Palabra y tu Persona. Son ciegos que buscan curación entre ciegos, porque a lo más que pueden aspirar es a alargar sus vidas y sus sufrimientos unos segundos más.

Te doy gracias Señor por  darme la fe de creer en Ti y buscar tu presencia para suplicarte curación y salvación eterna. Quiero, Jesús, que me des de esa agua que salta hasta la vida eterna que ofreciste a la mujer samaritana. No quiero quedarme impasible y con los brazos cruzados. Yo creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo que has venido para salvarnos de la esclavitud del pecado.

Quiero seguir tus pasos y tratar de, con tu Gracia y la asistencia del Espíritu Santo, esforzarme en vivir a tu Estilo, en tu Verdad y según tu Palabra. Necesito tu Aliento y tu Fuerza para servirte en los hermanos y amarte en los hombres, incluso en mis enemigos.

Muéveme Señor para que te busque sin descanso confiado que en Ti encontraré el camino de salvación.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.