Esa es la mejor noticia. La única importante porque con el Señor nada hay que temer. A pesar de la influencia y amenaza del Príncipe de este mundo, está vencido porque con el Espíritu de Jesús somos mayoría aplastante y nadie podrá perturbarnos.
Quizás nos hayamos acostumbrados a esta noticia que ya no nos suena como noticia. Pero es la única noticia capaz de sorprendernos y de asombrarnos cada instante, cada día y a cada momento. Porque el Señor vive en nosotros, nos acompaña y nos protege. No se ha ido, sino que permanece en su Espíritu en nosotros.
Y nosotros, si ponemos todas nuestras esperanzas, en Él. Si verdaderamente creemos y nos creemos que Él permanece en nosotros, nadie podrá con nosotros porque el mundo, en su Príncipe, ha sido juzgado y condenado. La noticia es maravillosa y tan grande que nos sobrepasa porque no la merecemos. Te damos gracias Señor por tanto amor hasta el extremo, no sólo de entregar tu vida para salvarnos, sino de quedarte para caminar con cada uno de nosotros y llevarnos a tu morada.
Danos la capacidad de sorprendernos siempre de sabernos estar acompañados por tu presencia. Que estemos siempre disponibles y atentos a descubrirte y, cómo los discípulos de Emaús, a sentir nuestros corazones arder para salir corriendo de nuevo a Jerusalén.
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