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viernes, 30 de mayo de 2014

LO QUE TODOS QUEREMOS Y ESPERAMOS OÍR

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DONDE PUEDAS 




Nadie negará que le gustaría oír que al final de su vida todas sus tristezas y sufrimientos se convertirán en alegrías y gozo. Porque en definitiva lo que importa es eso: ser feliz aunque sea y llegue al final. Para eso se sufre, se trabaja y se pasa todos los sufrimientos que hayan que pasar con tal que al final haya alegría y gozo.

Es lo que ocurre con las madres y sus hijos en la gestación y parto. Todo el sufrimiento y sacrificio estarán compensados con el nacimiento del hijo. La alegría es inmensa y los malos ratos y sufrimientos se olvidan. Aunque siempre hay excepciones que confirman la regla y ocurre el contra sentido a lo lógico y natural queriendo rechazar a su hijo y matarlo.

Jesús, que nos conoce y sabe lo que queremos, nos promete que volverá a por nosotros y que todos nuestros sufrimientos se convertirán en gozo y alegrías. No hay dicha mayor porque eso es lo que buscamos y queremos. Te damos gracias Señor por tanta dicha y te pedimos que nos des la fortaleza y la luz de saber esperarte sin desfallecer ni dejarnos arrastrar por las tentaciones y apariencias que este mundo nos ofrece.

Danos Señor la paciencia y perseverancia de permanecer en tu espera y en tu Palabra. Que sepamos ir de la Mano del Espíritu Santo y juntos en tu Iglesia bajo el manto protector de tu querida Madre y también, por tu Gracia, Madre nuestra. Amén.

2 comentarios:

  1. En un minutos empezamos el rezo del Santo Rosario.

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  2. Terminamos el rezo del Santo Rosario e enviamos un fuerte abrazo en el Señor a Carmelo Eduardo Pérez Sparano y a todos los que nos han acompañados junto a María.

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Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.