Es posible que en muchos momentos de nuestra vida
no sepamos, más que tener valor, denunciar las malas acciones con la caridad
debida y en su momento oportuno. Se nos hace difícil distinguir cuando actuar y
cuando callar. Experimentamos la necesidad de la asistencia y luz del Espíritu
Santo para saber elegir el momento y las palabras que descubran el mal y no
sienten mal.
También, es verdad, que en otras ocasiones sea el
miedo lo que paralice nuestra lengua y nos haga sentir incapaces de reprender
lo que está mal hecho. Tanto de una manera u otra necesitamos la fuerza y la
luz del Espíritu Santo para actuar. Y es eso lo que ahora, confiados en tu
Palabra de pedir lo que necesitemos, elevamos nuestra plegaria a Ti, Padre,
para pedirte sabiduría y valor de emerger la verdad ante la oscuridad de
quienes la quieren ocultar y esconder.
Danos, Padre del Cielo, la paciencia, la fuerza y
la perseverancia de encontrar el momento oportuno cuando la ocasión lo
necesite, y la rapidez de descubrir la mentira para ponerla a la luz de tu
Palabra y llenarla de verdad. Pero adornada por la caridad de que nuestras
palabras no hieran sino desvelen con suavidad y amor lo que perjudica y
destruye al hombre. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.