Páginas

Páginas

martes, 28 de octubre de 2014

MI VIDA IRÁ MEJOR SI LA COMPARTO CONTIGO SEÑOR



Se dice que las decisiones compartidas y consensuadas son más seguras y mejor tomadas. Es posible que escuchando a otros tengas más posibilidades de que tus decisiones sean más enriquecidas y, por consiguiente mejor tomadas.

Pero aquí no hablamos de un buen consejero, ni de los mejores asesores. Aquí hablamos del Espíritu Santo, la tercera Persona de la Santísima Trinidad, que ha sido enviada para recorrer con cada uno de nosotros nuestro propio camino. Y en Él asesorarnos, aconsejarnos e iluminarnos para tomar la decisión más oportuna y que mejor nos conviene para vivir y realizar la Voluntad del Padre.

Nunca habrá mejor consultor. Jesús nos lo testimonia en muchos momentos de su vida, y nos enseña la necesidad de una relación estrecha y orante con su Padre Dios. Nuestras decisiones las debemos llevar siempre y en cada momento a la presencia de Dios. Y en diálogo sereno, paciente y atento, entregarnos a la escucha de su Palabra y Sabiduría para, aplicada a nuestra vida, vivirla en actitud de palabra y vida en la diaria relación con nuestro prójimo.

Pidamos al Señor esa capacidad de oración silenciosa, concentrada, escuchante y atenta para, despojados y liberados de toda soberbia, ideologías y egoísmos, sepamos abrirnos a la acción del Espíritu Santo y dejarnos alumbrar por su Palabra y Acción. Amén.

2 comentarios:

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.