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viernes, 20 de febrero de 2015

MOMENTOS DE SUBIDA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




El subir es señal de esfuerzo, pues la subida la identificamos con la cuesta, con lo empinado y duro de recorrer. En términos ciclistas las subidas son para los buenos escaladores y momentos de máximo esfuerzo para sacar distancia a los perseguidores.

La Cuaresma es, en esa línea, una subida que nos prepara para mantenernos atento y a la escucha del Mensaje de Jesús. Es una subida de conversión, que exige esfuerzo, desapego, desprendimiento y generosidad. Es subida, y toda subida se hace dura y fatigosa.

Pero, no es cuestión de emprenderla solo ni desesperanzado. Esperamos a Jesús, y con Él la esperanza del gozo y la Vida Eterna, y eso da sentido a mi vida. Ayer, un amigo agnóstico, me decía que le gustaría tener fe y vivir en la esperanza de esperar, valga la redundancia, otra vida. Pues bien, la Cuaresma es un tiempo propicio para creer y convertirse.

La fe es un don de Dios, pero un don que hay que quererlo y pedirlo. El Espíritu Santo está deseoso de dárnosla, pero necesita nuestro permiso. Y darle permiso al Espíritu es ponernos en sus Manos y abrirle nuestro corazón. Se nos ha dada esa libertad, esa libertad de elegir el bien o el mal. El Bien es el Señor. Señor de la Vida y la muerte.

Danos, Señor, la fe que necesitamos para ver la Luz de tu Palabra, y vivirla entregado tal y como Tú nos has enseñado y la has vivido. Amén.

2 comentarios:

  1. Estamos rezando el santo Rosario acompañado de Nuestra Madre María.

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  2. Con la Salve terminamos el rezo del santo Rosario.

    Un saludo a todos aquellos que nos han acompañado.

    Un fuerte abrazo en Xto. Jesús.

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Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.