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domingo, 1 de febrero de 2015

¡VEN ESPÍRITU SANTO!



Ven Espíritu Santo, llena mi corazón y enciende en mi la llama de tu Amor. Envíame, Señor, tu Espíritu y se renovará la faz de la tierra. ¡Oh Dios que iluminas mi corazón con la Luz del Espíritu Santo, hazme dócil a tu Espíritu, para gustar siempre el bien gozar de tu consuelo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Cura mi alma por encima de mi cuerpo, Señor, porque es el alma inmortal y permanecerá para siempre. Y quiero gozar de tu presencia, Señor, para vivir en el gozo de la verdadera plenitud. Dame la capacidad y la voluntad de renunciar al gozo y satisfacción de esta vida para darme en servicio y entrega de los demás.

Sé, Señor, que a mí me es imposible hacerlo, pero injertado en el Espíritu de Dios puedo lograrlo. Dame, Señor, la sabiduría de enseñar como tu Hijo Jesús, no sólo de palabra sino también con las obras. Porque esa es la enseñanza hecha con autoridad que viene de la fuerza del Espíritu.

Tú, Señor, nos has prometido que haremos muchas cosas como Tú, y nos has dado poder para ello en el Espíritu Santo. Haz, Señor, que, entregados y abandonados a Él, seamos capaces de hacerlas, no para nuestro lucimiento ni provecho, sino para proclamar tu Gloria y Poder, y para el bien y la salvación de los hombres. Amén.


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