Perdona, Señor, por nuestros pecados, pecados que han separado a muchos hermanos del camino, que nos han dividido y escandalizados. Perdona, Señor, que a pesar de que nos has revelado tu Divinidad en la Transfiguración, hoy todavía, nosotros nos entretenemos en discutir tu origen, tu doctrina y tu seguimiento.
Porque muchos quieren seguirte por su cuenta; otros te siguen asociados a sectas o grupos separados de la célula Madre que Tú fundaste; otros hablan de Abel y de iglesias diversas. También ocurrió esto en tiempo de los apóstoles cuando unos seguían a Apolo, otros a Pablo...etc. Danos la sabiduría de seguir a Ti en tu colegio apostólico, que Tú dejastes como continuador de tu obra y tu Iglesia.
Tú, Señor, eres el Hijo de Dios hecho Hombre, y sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna. Danos la sabiduría de proclamarte con mansedumbre, con ternura, con caridad y con amor, y demos testimonio encarnando tu estilo de vida y tus criterios en nuestras vidas con coherencia y en justicia, verdad y paz.
Ilumina, Señor, nuestra mente para que, confiados en tu Palabra, tengamos la paciencia y la perseverancia de permanecer en Ti esperando tu segunda venida. Amén.
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