Páginas

Páginas

martes, 30 de junio de 2015

CONVIENE IR PREPARADOS



A la hora de proyectar una misión nos preparamos convenientemente. Un viaje exige un tiempo para elegir y preparar los objetos y utensilios que necesitamos llevar para el uso de las necesidades durante ese tiempo. Y la vida exigirá una constante y diaria preparación con la que afrontar los obstáculos y adversidades que se nos presentan cada día.

Pero será muy importante conocer, discernir y utilizar lo necesario para el camino, y lo imprescindible para sostenernos firme y no desfallecer. Hay tempestades que nos pueden y para las que necesitamos el auxilio del Espíritu Santo, y sin el cuál no podríamos vencer. El Señor es nuestro guía y nuestro patrón, Él nos salva y nos llena de paz y sosiego. En Él encontramos paz.

Calma, Señor, las tempestades de nuestra vida y las desesperanzas de nuestras inquietudes y ambiciones. Danos la serenidad de saber ser pacientes y de aceptar con obediencia y sabiduría las contrariedades y las embestidas del mar de nuestra vida. Danos la fortaleza de no perder la serenidad en los momentos de confusión y oscuridad. Sabemos las dificultades de la navegación, pero confiamos en Ti, Señor.

Mantén nuestra barca a flote, Señor, a pesar de nuestra mala orientación y nuestro rumbo equivocado. Somos frágiles y débiles, y proclives a perdernos. Sin Ti nuestro rumbo será equivocado y necesitamos de tu Gracia para enderezarlo y orientarnos rectamente.

Danos, Señor, la sabiduría de estar atentos a tus indicaciones y vigilantes a las tempestades que azotan nuestra vida y nunca perder el estar cerca de Ti para suplicarte que nos proteja y nos cuides ante las tormentas que nos amenazan. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.