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domingo, 5 de junio de 2016

¡SEÑOR, VIDA ETERNA!



Claro que me gustaría que me curaras, Señor, y también que me salvaras de la muerte en este mundo. Pero, sé que tendrá que llegar mi hora final en este camino mundano, y, también sé, que en esa hora Tú no podrás intervenir porque así lo has dispuesto tu mismo. Y tendré que compartir esa hora final de mi vida, es decir, mi muerte, contigo. Y esa es la hora más gloriosa e importante de la vida de todo hombre.

Eso es lo que quiero pedirte hoy, Señor. Ser salvado en esa hora final de mi vida para estar contigo y gozar de tu compañía eternamente. Porque esa es la salvación definitiva y eterna. Eso es lo que cuenta, Señor y eso es lo que te pido: "Ser sanado el día de la muerte de este mundo y quedar limpio de pecado, para reunirme contigo. Todo lo demás es transitorio y secundario.

Dame, Señor, la Gracia de saber el día y la hora de mi partida, para disponerme y prepararme al encuentro contigo. Has que mi vida sea una total preparación para ese momento tan importante y crucial, y que todos mis esfuerzos vayan en esa dirección, es decir, a cumplir tu santa Voluntad: "Amar", pues ese es tu Mensaje y tu Testimonio, amar hasta el extremo.

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