Páginas

Páginas

sábado, 8 de octubre de 2016

LÍBRANOS, SEÑOR, DE TODA TENTACIÓN Y PECADO


Estamos tocados por el pecado original. Y, a pesar de que el Bautismo nos limpia, nuestra naturaleza humana continúa sometida a la tentación de pecar. Experimentamos deseos pecaminosos, pasiones y apetencias egoístas que nos inducen al adulterio, a la mentira, robo, desacrilización, fornicación, falta de respeto a la dignidad humana, apostasía y toda clase de atropellos que nos descubren creyentes hipócritas y falsos.

Una doble vida que no nos impide confesar que somos creyentes y quedarnos tan frescos, e incluso participar en las fechas puntuales de la liturgia. Pidamos al Señor que nos limpie de tanta carroña que nos ensucia el corazón y que nos fortalezca para que nuestro esfuerzo sea sincero, auténtico y humilde, y, abandonados en Manos del Espíritu Santo, dejemosle dirigirnos y limpiarnos de nuestras impurezas.

Aparta, Señor, los honores, títulos y halagos que puedan hacerme caer en tentación, y fortalece mi corazón, para que, sumergido humildemente, como tu Madre, María, pueda realmente vivir en la escucha atenta de tu Palabra y en su cumplimiento. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.