Páginas

Páginas

lunes, 26 de diciembre de 2016

NECESITAMOS LA FUERZA DEL ESPÍRITU

No podremos nosotros solos. Hoy nos lo dice el Evangelio: Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.

No hay duda, ninguna duda, porque nos lo dice el Señor. Y lo que dice el Señor se cumple. Si es posible que nosotros dudemos en algún momento, porque no comprendemos el Poder del Espíritu de Dios. Dudó Pedro al caminar sobre las aguas; dudó Zacarías porque no entendía como era posible que su mujer Isabel diera a luz un niño, y también dudaron otros muchos. Dudamos nosotros también, pero, a pesar de esa duda que no podemos evitar, sabemos, confiamos y nos abandonamos en la Palabra del Señor. Y todo lo que Él dice tiene verdadero cumplimiento.

Pidamos que la Gracia de experimentarnos fortalecidos, iluminados por el Espíritu Santo, nos dé la voluntad y la sabiduría de, cómo Esteban, seguir el camino con valentía y confianza. Que sintamos el impulso como el impulso irresistible nos anima a continuar firmes y adelante, y que nuestras dudas humanas, como pecadores que somos, desaparezcan y nos afirmen en la fe.

Aprovechamos, Señor, este espacio de oración y reflexión, para, unidos a todos los que por aquí pasan y se detienen a reflexionar unos segundos, unamos nuestras manos espiritualmente y pidamos sostenernos en la fe y defenderla hasta el último aliento de nuestra vida. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.