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lunes, 19 de febrero de 2018

ABRE MIS OJOS, SEÑOR, PARA VERTE EN LOS DEMÁS

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Necesito darme cuenta de que Tú, Señor, estás entre los menos favorecidos. Pero, no sólo respecto a lo material, sino también en lo espiritual. Necesito ver que los pobres, no son sólo aquellos que carecen de muchas cosas materiales, sino también aquellos que sus ojos están cerrado a tu presencia. Aquellos, Señor, que no te ven, o que, porque te hace responsables de sus sufrimientos y sus fracasos.

¿Cómo poder hablarles de Ti? ¿Cómo poder ayudarles para que se den cuenta de tu amor? Me pierdo, Señor, en esos menesteres y, posiblemente, no esté a la altura que Tú quieres que esté para poder llegarles e interpelarles. Y es eso lo que te pido en estos momentos, Señor. Dame la capacidad de ver, de entender, de servir y de discernir con sabiduría dónde tengo que servir y cómo servir.

Te pido, Señor, que pueda estar entre los elegidos a tu derecha cuando vengas por segunda vez. Yo te espero, pero quiero esperarte con mis humildes y pobres manos llenas. Llenas de esfuerzos por servir, por ser paciente, por escuchar, por atender, por comprender, por soportar y, sobre todo, por amar.  Esperarte con mi hoja de servicio llena de atenciones a los más desfavorecidos, a los desnudos, a los hambrientos, a los marginados, a los pobres en una palabra.

Tengo miedo, Señor, de no estar actualizado en eso; tengo miedo, Señor, de fallar en eso; tengo miedo, Señor, de no responder en esa línea, y te pido fuerza, voluntad, fortaleza, coraje, voluntad, deseos y paciencia para soportar y perseverar confiado que con tu Gracia poder llegar a realizarlo y a darme a los demás. No como a mí me gusta o quiero, sino según tu Voluntad.

Dame, Señor, la Gracia de servir a mis hermanos y de que mi corazón sea desprendido, generoso, hasta el punto de que su prioridad sea la de servir al bien de los demás, y que no sea otro que llegar a Ti, Señor, y responder a ese amor que Tú nos das. Ayúdanos, Señor, a entregar nuestras vidas para que al atardecer de ellas nuestro amor alcance la madurez y el gozo de darse gratuitamente.

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