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sábado, 16 de febrero de 2019

SALMO 119, 161-168

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161 Gente poderosa me acosa sin razón,
    pero mi corazón tiembla únicamente ante tu palabra.
162 Me alegro en tu palabra
    como alguien que descubre un gran tesoro.
163 Odio y detesto toda falsedad,
    pero amo tus enseñanzas.
164 Te alabaré siete veces al día
    porque todas tus ordenanzas son justas.
165 Los que aman tus enseñanzas tienen mucha paz
    y no tropiezan.
166 Anhelo que me rescates, Señor,
    por eso, he obedecido tus mandatos.
167 Obedecí tus leyes,
    porque las amo mucho.
168 Así es, obedezco tus leyes y tus mandamientos
    porque tú sabes todo lo que hago.

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