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viernes, 31 de mayo de 2019

EL MILAGRO DE LA VIDA

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


¿Hay algo más grande que dar la vida? ¿Nos hemos detenido a pensar sobre el milagro de la vida? ¿O es qué el hecho de acostumbrarnos a engendrar vida nos ha hecho olvidar la grandiosidad del milagro de la vida? Porque, la vida lo es todo hasta el punto de pensar, ¿qué pasaría si no pudiésemos engendrar nuevas vidas? ¿Se acabaría el mundo?

Sí, Dios ha querido que la vida sea dada y alumbrada de esa forma y en el ámbito de una familia y un compromiso de amor. Dios así lo pensó desde la eternidad y así quiso que su Hijo viniese a este mundo y naciese en el seno de una familia sencilla y humilde, José y María. Y es esa la manera natural de que los pueblos se constituyan y la vida se perpetué en el mudo.

Ahora, ¿quién es el hombre para cambiar esa forma natural de engendrar vida? ¿Quién es el hombre para controlar el nacimiento o para rechazarlo de una nueva vida engendrada? Los pueblos que matan acaban por destruirse. La maternidad es el don de la vida que ha recaído en la mujer. Así lo ha decidido Dios y por eso, ellas son diferentes al hombre, pues el hecho de ser madre requiere unas condiciones diferentes a las del hombres. Ambos se complementan para el cuidado y educación de esa nueva vida, pero cada cual tiene su propio rol.

Se es hombre o mujer, y de la misma dignidad, igualdad y derechos, pero complementarios en las tareas para educar y ser referencia para cada género. Así lo refleja la Sagrada Familia, José y María, que nos sirven de modelo según la Voluntad de Dios. Ella acepta su condición de Madre y junto a su prima Isabel dan gloria al Señor por tan grandioso don de dar la vida a Aquel que va a traer la salvación a este mundo.

Pidamos también que todas las mujeres descubran ese don maravilloso de dar la vida y acepten esa elección y responsabilidad para la que han sido designadas, según la Voluntad de Dios. Porque, la multiplicación de los hijos de Dios se genera por medio del don de la vida puesto en las mujeres. Amén.

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