Páginas

Páginas

viernes, 21 de junio de 2019

ENSÉÑAME, SEÑOR, EL VALOR DE LAS COSAS DE ESTE MUNDO

Resultado de imagen de Mt 6,19-23
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 



El valor de un bien u objeto dependerá de su servicio, de lo útil que nos pueda ser y de la importancia para lo que nos pueda servir o valer. Un buen medicamento, por ejemplo, vale su precio en oro cuando nos repone, nos alivia y nos cura de una grave enfermedad. Incluso de la muerte. Sin embargo, apreciamos más aquello que, no sólo nos promete la Vida Eterna, sino que plenamente nos hace feliz eternamente. 

En teoría eso lo apreciamos más, porque es eso lo que buscamos. Otra cosa es que no lo descubrimos, no es algo inmediato y, por tanto, no lo apreciamos, o no terminamos de creernos. Sí, es posible que lo afirmemos, pero no llega a lo más profundo de nuestro corazón. Cuando descubrimos ese verdadero tesoro o valor de las cosas nos damos cuenta que sólo lo que nos da Vida Eterna en plenitud de gozo y felicidad es lo que verdaderamente importa. 

Luego, ¿qué buscamos en la vida? ¿Lo que es perecedero, o lo que es eterno? Si nos ceñimos a lo primero tendremos que buscar y afanarnos por las cosas de este mundo, pero si valoramos lo segundo, que es, dicho sea de paso, lo que todos buscamos y queremos, tendríamos que buscarlo en las cosas de arriba. Es decir, en las cosas del Cielo.

Y es eso, Señor, lo que queremos pedirte hoy, que nos abras los ojos y la mente para discernir siempre el bien y lo mejor. Para saber elegir los bienes espirituales del Cielo que nos llevan y nos dan la Vida Eterna. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.