Páginas

Páginas

domingo, 16 de junio de 2019

ESPÍRITU SANTO, GUÍAME HACIA LA VERDAD

Resultado de imagen de Jn 16,12-15
La es un proceso que se va gestando por obra y gracia de Dios. Es un don de Dios y como tal necesita que nuestro corazón se abra a esa fe. Porque, Dios así lo ha querido y nos ha creado libres. De modo que sin nuestro permiso no nos infundirá esa fe que por otro lado, tú y yo tenemos que buscar y estar disponible y dispuesto a recibirla. Así y todo, no se nos dará la fe de sopetón y en un instante, sino que será un proceso en el que vayamos madurando y entregándonos al amor de Dios.

Hoy, en el Evangelio, nos lo dice claramente: «Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: ‘Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros’».

A partir de nuestro bautismo recibimos al Espíritu Santo y será entonces cuando iremos siendo conducidos hacia la Verdad completa. El camino de nuestra vida será un camino de aprendizaje de la verdad y para ello necesitaremos estar atentos, abiertos y receptivos a la acción del Espíritu Santo. Y no desfallecer ni apartarnos de su escucha y de su compañía. 

Por eso, Señor, te ruego que me des la fortaleza, la sabiduría y la paz de permanecer fiel a tu Espíritu y estar plenamente abierto a su obediencia y a dejarme llevar por sus impulsos. Él ha venido a iluminar mi vida y a darle sentido conduciéndola por el camino que lleva a la Verdad y a la Vida Eterna. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.