Páginas

Páginas

lunes, 26 de agosto de 2019

CUANDO NO AMAS EXPERIMENTAS QUE NO ERES FELIZ

Imagen relacionada
Todos hemos experimentado que cuando nos sentimos tristes nuestro corazón está enfermo. Enfermo de odio, de venganza, de desorden y, en resumen de falta de amor. Y eso es así porque nuestro corazón ha sido creado para amar. Dios es Amor y hemos sido creados semejante a Dios, por lo tanto, creados para amar y cuando no lo hacemos nos sentimos mal. Por lo tanto, cuando experimentas que tu ejemplo no sirve para transmitir amor sientes que transmites desamor, y eso es malo. Tan malo que puede llevar a otros también a ese camino del mal.

Por lo tanto, tratemos de dar buen ejemplo y de ayudar a otros a hacerlo también. Necesitamos ser buenas personas y eso nos exige dar buen testimonio en las obras y actos de nuestra vida. Necesitamos ser transparentes de obras de amor. Ahora, no lo podemos hacer solos sino injertados en el Espíritu Santo, porque nuestra debilidad necesita la Fuerza y la Fortaleza del Espíritu Santo. Somos pecadores y de ir solos por el mundo quedaremos a merced de su poder persuasivo, tentador y concupiscente.

Por eso, pidamos al Señor que nos fortalezca y nos dé la fe de sostenernos fieles a su Palabra y coherentes con los actos de nuestra vida para que no demos mal testimonio ni escandalicemos a los que están a nuestro lado en nuestra parroquia o comunidad. No nos quedemos con nuestra fuerza sino que estemos siempre vigilantes y orantes para que el Señor nos infunda esa sabiduría y fortaleza para poder salir victorioso en la lucha.

Pidamos también que la sabiduría de darnos cuenta de lo verdaderamente importante y no pongamos en nuestra vida dioses e ídolos falsos que nos puedan desviar y confundir dando mal testimonio a otros. Tengamos mucho cuidado en las tradiciones y todo tipo de costumbre que, sin darnos cuenta, ponen el acento y la importancia en las cosas y no en el Creador de todo lo que existe y ha creado todas esas cosas. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.